El 11 de marzo de 2011 Japón tuvo que enfrentarse a la furia de la naturaleza con un terremoto de 9 grados al que siguió un voraz tsunami y una catástrofe nuclear.
El 11 de marzo es un día de tristes aniversarios, una fecha que permanece grabada a fuego en nuestros recuerdos y que los libros de Historia señalarán como una jornada negra. Por un lado, el atentado del 11-M en Madrid, del que se cumplen 8 años, y por otro el terremoto y posterior tsunami de Japón, tragedia que ocurrió hace justo un año.
Han pasado 366 días desde que la fatalidad se cebara con el país del sol naciente. El 11 de marzo comenzó como un día más, una nueva jornada en el calendario en la que nada hacía presagiar lo que se avecinaba, a pesar de que se habían sentido otros temblores en los días previos. Así, la naturaleza desplegó su furia a las 14:46 horas del decimoprimer día del tercer mes de 2011 cuando se produjo un terremoto de 9 grados en la escala de Ritcher localizado en el Océano Pacífico, a unos 130 kilómetros al este de Sendai, capital de la prefectura de Miyagi.
El seísmo causó daños, pero no destruyó un país que está preparado para resistir fuertes terremotos; aunque la tragedia llegó por las consecuencias del temblor, que causó un tsunami que afectó a la costa este del país y que provocó 15.845 muertos, 3.380 desaparecidos y 5.993 heridos. Además, las grandes olas llegaron a otros puntos de Asia, Oceanía y América, donde afortunadamente los daños fueron menores.La crisis nuclear de Fukushima
La destrucción, el caos y la desolación reinaron en gran parte del país, pese a que la parte más afectada fue la zona este, principalmente en la prefectura de Miyagi, donde ciudades como Sendai, Iwanuma y Natori fueron prácticamente arrasadas, y en la de Fukushima, donde se desató el pánico por la crisis nuclear provocada por los daños que sufrió la central situada en el lugar.
Desde el primer momento, Japón asumió la tragedia con entereza y luchó para salir adelante, dando un ejemplo a todo el mundo. Un año después las consecuencias de lo ocurrido todavía pueden palparse, aunque mucho más atenuadas gracias al esfuerzo del pueblo nipón. Sin embargo, Fukushima sigue intentando salir de la zona de Exclusión Nuclear en la que está inmersa todavía un año después de que tuviera lugar una de las mayores catástrofes naturales de la Historia.