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Puede que el Rey Juan Carlos nunca pague por sus presuntos delitos, pero lo que está claro es que ha caído en desgracia y que ya poca gente le defiende y esté de su lado de forma incondicional. Sin embargo, no está solo del todo y sigue estando apoyado por personas que sacan la cara por él aunque sea de forma anónima.
Juan Carlos de Borbón no puede hablar, no debe hacerlo, y si lo hace será cuando esté obligado a ello. Los que sí pueden hacerlo son esas personas que están de su lado, y que le han defendido en El Mundo aunque sin dar su identidad. "No puede hacer nada, ante el juicio público está inerme. Un Rey no puede salir a hablar en las televisiones ", señala su entorno, que habla así de la indefensión que siente Juan Carlos de Borbón mientras las informaciones sobre su fortuna en paraísos fiscales y las presuntas comisiones le dejan cada vez peor.
Estos allegados hablan de decepción, impotencia y profundo malestar ante un escándalo que ha tumbado definitivamente la reputación del Rey Juan Carlos. Reconocen que hizo mal en ocultar a Hacienda los 65 millones de euros que le llegaron de Arabia Saudí, pero niegan que ese dinero fuera por comisiones. Se trataría de un regalo del Rey Abdalá bin Abdulaziz, que consideraba a Juan Carlos de Borbón como un hermano.
" No era el pago de una comisión por la adjudicación, con un descuento de precio para los saudíes, de los contratos de la línea del AVE de Medina a La Meca. Nadie paga a un lobista tanto dinero tres años antes de que se adjudique un contrato, máxime cuando el proyecto del AVE pasó por tantas vicisitudes e, incluso, después de adjudicado, hubo riesgo de que Arabia Saudí rompiera el contrato con las empresas del consorcio español", señalan los allegados a Juan Carlos I para dejar claro que no hubo comisiones. Así, su gran error habría sido no declarar este regalo, evitando así pagar impuestos que hubieran ayudado al Estado.
Este generoso regalo, tan generoso que el propio Rey Juan Carlos se sorprendió al saber que eran 100 millones de dólares los que iban a ir a parar a su poder, habrían sido no solo porque la Casa de Saúd estaba en un buen momento financiero, sino por la especial amistad que le une al que fuera Rey de España y por todo el apoyo que brindó a una dinastía y a un país criticado por no respetar los Derechos Humanos y que cuenta con una reputación exterior muy cuestionada.
Verdades y mentiras
Por otro lado, el entorno de Juan Carlos de Borbón entiende que se está dando veracidad total a las revelaciones de Corinna, Arturo Fasana y Dante Canónica, que también están implicados en la causa que se investiga en Suiza. "A España la comisión rogatoria llega porque ellos intentan defenderse involucrando y culpando al Rey. Es ahí cuando la Justicia suiza pide a España que aclare qué hay de verdad en esas acusaciones que lanzan".
Para los que le apoyan, se está mezclando la verdad y la mentira y el Rey Juan Carlos les ha hecho saber que solo le queda aguantar y asumir la responsabilidad de sus actos. Además, tiene claro que como dijo en el mensaje de Nochebuena de 2011 en referencia a Iñaki Urdangarin: "La Justicia es igual para todos".