La respuesta la ha dado El País, que confirma que el pasado domingo 24 de junio, la Infanta Cristina entró en el centro penitenciario y pasó con su marido los 40 minutos que permiten las normas. La pareja ha gozado de intimidad, ya que la prensa que hacía guardia en Brieva no se percató de la presencia de Cristina de Borbón.
Misión cumplida
Fuentes penitenciarias señalan que la de la Infanta Cristina es la única visita recibida por Urdangarin desde su entrada en prisión, lo que desmentiría que Claire Liebaert hubiera acudido a Brieva el pasado miércoles 27 de mayo.
Por otro lado, aunque la hija de Juan Carlos I acudió el día de visita, se le dio un horario distinto para el encuentro para que no alterase el funcionamiento habitual del centro penitenciario. Fuentes penitenciarias no hablan de trato de favor, sino de situaciones excepcionales que se han dado también con otros reclusos y sus familias.
Sea como fuera, Cristina de Borbón ha cumplido con éxito su misión. Ha visitado a su marido, que es lo que quería y que él necesitaba, ya que se siente muy solo en la cárcel. Por otro lado, no ha dado imágenes, que es lo que le había pedido Casa Real. Aunque el deseo del Rey era que no le visitara, sabía que era imposible que no visitara a su marido, así que al menos con no dar fotos, se da por satisfecho.