Después de unos minutos en familia en los que hubo momentos de complicidad principalmente entre Felipe VI y sus hijas, se marcharon rumbo a La Casona, propiedad de Gabino Álvarez, padre del dueño de Villa Radis. La Reina Letizia fue la primera en abandonar Villa Radis. Asunción Laredo, casada con un miembro de la familia Álvarez, les contó que su marido había muerto en marzo de 2020 por coronavirus. También les explicó los detalles de la vivienda. Pasaron junto a la Secuoya gigante traída de Cuba y por un panteón construido en la propiedad. Laredo señaló ante las cámaras de TPA que les había dicho a la Princesa Leonor y la Infanta Sofía que era inspectora de educación y que sabía de buena tinta que las dos son buenas estudiantes.
Curiosamente, la Reina solía ir delante, mientras que el Rey iba caminando más rezagado. Los Reyes aprovecharon para hablar con empresarios locales y a las 12:15 horas sonó el Xiringüelu de la Banda Municipal de Pravia que anunciaba que era el momento de acercarse al parque. Allí, la Princesa de Asturias descubrió un monolito conmemorativo de la visita de la Familia Real con motivo de la entrega del Premio Pueblo Ejemplar 2020 a Somao. Se quedó un poco corta y tuvo que ayudarle Felipe VI para que cayera la tela que cubría este monolito, que cuenta además con dos maletas de piedra que hacen referencia a los indianos que tanto han marcado esta parroquia praviana.
La visita siguió conociendo los productos que elabora la Asociación de Amigos de Somao, que está formada por mujeres del pueblo que realizan labores como coser, tejer y elaborar piezas. Dos niñas, Yaiza y Constanza les dieron unas muestras. Después de pasar por el Centro Social Santa Eulalia se han desplazado al escenario para hacer entrega del diploma acreditativo del Pueblo Ejemplar a Somao. La encargada de otorgarlo fue Doña Leonor, que se lo dio al secretario de la Parroquia de Somao. Se trata de un joven diseñador gráfico que obsequió a la Familia Real con una alfombra de tinta y sal en la que se ven sus caras con el perfil de la localidad.
El primero en hablar fue el alcalde de Pravia, David Álvarez, que ha recordado que Pravia tuvo a Adosinda, la última reina asturiana hasta la llegada de la Reina Letizia. Habló también el presidente de la Parroquia, que protagonizó una anécdota al perderse durante un segundo. Después fue el momento de la Princesa Leonor, que pronunció su segundo discurso en dos días, donde alabó Somao y puso en valor el poder estar allí teniendo en cuenta las circunstancias. Finalizó el Rey Felipe con otro discurso en el que apeló a la unidad y la solidaridad.
Sonó entonces el Himno de Asturias interpretado por la Banda de Música de Pravia, dirigida por Tino Cuesta. Eran las 12:50 horas del 17 de octubre de 2020 y era momento de seguir la visita. Los Reyes Felipe y Letizia, la Princesa Leonor y la Infanta Sofía conocieron a los 9 niños que asisten a la escuela de Somao. Los niños y niñas regalaron a la Princesa Leonor y la Infanta Sofía un ramo con flores de papel para cada una. Además, la Reina Letizia se agachó para hablar con los pequeños.
Encuentro con una antigua profesora
Doña Letizia también tuvo la oportunidad de conversar con una persona a la que hacía mucho tiempo que no veía. Como señala La Nueva España, se trataba de Ana Martínez, que fue tutora de Telma Ortiz y dio clases a Doña Letizia en La Gesta, el colegio de Oviedo en el que estudió la Reina: "Me mandó recuerdos para todos los docentes y para sus compañeros, ella lo recuerda con mucho cariño".
El momento más solemne llegó con su visita a la Iglesia de Santa Eulalia. Fue privada y por tanto las cámaras no pudieron pasar. Para terminar, se acercaron a la Casa Amarilla, donde se encontraron con el pequeño Antolín, bisnieto del hombre que levantó esta casa indiana. La Familia Real subió al balcón para admirar las vistas. Desde allí pudieron ver la Playa del Aguilar y la desembocadura del Nalón. Pasadas las 13:30 horas, finalizó la visita. Debido a la pandemia no pudo haber almuerzo con los vecinos, como es costumbre otros años, pero al menos todos se quedaron con el recuerdo de una agradable visita.