Se les esperaba antes de las 12:00 horas, pero finalmente la comitiva regia ha aparecido pasado el mediodía. El motivo es que a las 11:30 horas, la Familia Real ha aterrizado en helicóptero en los terrenos de la Fundación Hogar Beceña, residencia de ancianos de Cangas de Onís en la que han pasado unos 15 minutos. Allí han saludado a los internos y al personal, aunque la Reina ha aprovechado también para cambiarse y enfundarse el vestido rojo de Carolina Herrera que dejó ver minutos más tarde.
Después de unos momentos de recogimiento ante la Santina, los Reyes y sus hijas se han sentado en las cuatro sillas reservadas para ellos, dando comienzo una pequeña misa dirigida por el Arzobispo de Oviedo, Jesús Sanz Montes. Entre sus palabras ha dicho: "Covadonga, donde la realeza española tiene su cuna. Cree, Princesa Doña Leonor, que esta gente noble y buena nos sentimos agradecidos por el regalo de vuestra presencia".
Por si fuera poco, Hevia interpretó con su gaita el Himno a La Santina. Finalizada la liturgia, se ha hecho entrega tanto a Doña Leonor como a Doña Sofía de una medalla de la Virgen de Covadonga a cada una, con la Cruz de la Victoria en el reverso, detalle que a la Princesa de Asturias hizo particular ilusión. Por su parte, la Infanta Sofía se mostró más ausente. La Reina les colocó las medallas, que llevaron ya durante toda la jornada. Antes de salir de la Santa Cueva, la Familia Real se acercó a la tumba de Don Pelayo, para después acercarse al mirador, admirar la cascada y las impresionantes vistas. Los Reyes aprovecharon para explicarles algunas cosas a la Princesa Leonor y la Infanta Sofía.
Misa y ofrenda a Don Pelayo
Ese fue el primer acto para honrar el centenario de la Coronación Canónica de la Virgen de Covadonga. Después, tomaron el coche para acercarse a la Basílica, donde se celebró una Solemne Misa que aunque se acortó, siguió siendo demasiado larga. A su entrada en el templo vieron a Menchu Álvarez del Valle, que acudió a Covadonga para ver a sus nietos y sus bisnietas. Al acercarse al altar, el Rey se santiguó, no así Doña Letizia. Una vez sentados, el Arzobispo de Oviedo dio comienzo a la misa, que estuvo amenizada por los niños de la Escolanía de Covadonga.
Al terminar la Solemne Misa, se daban por concluidos los actos por el centenario de la Coronación Canónina de la Virgen de Covadonga, para entrar en los de los 1300 años del Reino de Asturias. La Reina salió de la Basílica del brazo del Rey, aunque pronto se soltaron para el siguiente acto. Entre Vivas al Rey y a la Princesa de Asturias, gritos de Puxa Asturies y la música de la Banda de Gaitas de Cangas de Onís, la Familia Real saludó al presidente del Principado, Javier Fernández, y los cinco expresidentes que siguen con vida: Pedro de Silva, Juan Luis Rodríguez-Vigil, Antonio Trevín, Vicente Álvarez Areces y Francisco Álvarez Cascos.
El momento más emotivo llegó cuando dos niños asturianos de 11 y 12 años depositaron una corona ante la estatua de Don Pelayo. La Familia Real se colocó ante el monumento y escuchó la 'Marcha de Belmonte de Miranda' que interpretó Hevia. Finalizada su actuación, posaron ante el hombre que dio origen a la Monarquía asturiana. Se les unieron los representantes institucionales para una foto que se hicieron antes de comenzar a saludar a una emocionada ciudadanía. Las niñas estaban un tanto abrumadas al no estar acostumbradas a saludar a tantas personas, pero lo hicieron muy bien, e incluso la Reina Letizia y la Princesa Leonor posaron para un selfie con una mujer.
Aunque no estaba previsto tanto saludo, la Familia Real sabía lo que debía hacer, y por eso siguieron saludando al otro lado. Antes de entrar en la Sala Capitular han posado con los niños de la ofrenda floral, a los que los Reyes y sus hijas han dado un beso. Ya en la Sala Capitular, el presidente de Asturias ha entregado otra medalla a la Princesa de Asturias, una réplica de la que se le otorgó a Don Felipe en 1977. La Infanta Sofía también ha tenido un obsequio.
Los Reyes y sus hijas han visitado también el Museo de Covadonga, donde hay una exposición de fotografías del lugar, y otra con cuadros de la Monarquía Asturiana. Se terminaban así los actos por el 1300 aniversario del origen del Reino de Asturias.
Eso sí, la Familia Real disfrutó de un cóctel en el Gran Hotel Pelayo para reponer fuerzas y descansar antes de la última etapa, que les llevó a Los Lagos de Covadonga, donde Doña Leonor ha inaugurado el Mirador de la Princesa de Asturias, conmemorando así el centenario de la creación del Parque Nacional de la Montaña de Covadonga. Para tal fin, los Reyes y sus hijas se han cambiado de ropa y han hecho senderismo para llegar hasta este paraje tan hermoso, uno de los más bellos de España, y por qué no decirlo, del mundo entero.
La Reina Letizia mostró que estaba muy en forma, tanto que en algunos momentos dejó atrás al Rey y a sus hijas. Por su parte, en otros caminó charlando junto a la Infanta Sofía, mientras el Monarca iba con la Princesa Leonor, que esperó lo que hizo falta a Felipe VI, con el que mostró una enorme complicidad paternofilial.