Día 1: Encuentros de alto nivel y noche de pintas
En 2011, la Reina Isabel y el Duque de Edimburgo viajaron a Irlanda en una visita histórica, la primera de una Monarca desde que el país declaró su independencia. Casi una década más tarde, su nieto ha volado hasta el país esmeralda para realizar una visita de tres días junto a la Duquesa de Cambridge. El viaje comenzó el martes 3 de marzo de 2020 cuando la pareja regia aterrizó en el aeropuerto internacional de Dublín en un vuelo comercial de Aer Lingus. Allí fueron recibidos por el embajador del Reino Unido en Irlanda, Robin Barnett.
En ese momento se pudo el primer estilismo de la Duquesa de Cambridge, que llevó un abrigo verde de Catherine Walker, diseñadora predilecta de Lady Di. Bajo el abrigo portaba un vestido también verde de Alessandra Rich, todo un guiño a un país que tiene el verde como su color nacional. El Príncipe Guillermo también apostó por el simbolismo con una corbata de este tono.
En el encuentro tomaron té mientras hablaban sobre los vínculos entre Irlanda y Gran Bretaña, sobre el Brexit y la importancia del Acuerdo del Viernes Santo que posibilitó la paz en Irlanda del Norte. Los Duques de Cambridge tocaron la Campana de la Paz, levantada en 2008 para celebrar el Acuerdo del Viernes Santo y realizaron una ofrenda floral en el Jardín del Recuerdo construido en honor a los que dieron su vida por la libertad de Irlanda. Finalizada la visita, se encontraron con el Primer Ministro de Irlanda, Leo Varadkar, que les recibió junto a su pareja, Matt Barrett.
Para terminar los actos de la primera jornada, se desplazaron a la Guinness Storehouse, una de las mayores atracciones de Dublín, donde el embajador británico en Irlanda organizó para ellos en el Gravity Bar del museo una recepción para celebrar su visita. Allí, Kate Middleton apostó por otro vestido verde, uno de The Vampire's Wife que curiosamente llevó la Princesa Beatriz de York en la boda de Ellie Goulding y Caspar Jopling.
Durante la recepción, el Príncipe Guillermo no solo bromeó con mayor o menor acierto sobre el coronavirus, sino que ofreció un discurso en el que mencionó con mucha gracia a la Reina Isabel: "Estamos emocionados de visitar Irlanda, un país del que habíamos oído hablar mucho. Al venir a la Guinness Storehouse estamos siguiendo los pasos de mi abuela, a la que enseñaron a tirar la pinta perfecta en 2011. Déjenme decirles que no es frecuente que siga a la Reina a un pub, pero espero probar por mí mismo la teoría de la Guinness sabe mejor en Irlanda". En respuesta, la cuenta de Twitter de Buckingham Palace respondió con un 'cheers'.
Día 2: Salud mental, cocina, ping pong y un paseo
Al día siguiente, Kate Middleton sorprendió con un abrigo que ya se ponía antes de casarse. Cuestiones estilísticas aparte, los Duques de Cambridge se desplazaron a Temple Bar para conocer el proyecto Jigsaw que trabaja para mejora la salud mental de los jóvenes. La pareja real se reunió con la junta y el personal, así como con voluntarios, que expresaron posteriormente las similitudes entre Jigsaw y la campaña Heads Together de la Royal Foundation.
De allí se marcharon a Savannah House en el condado de Kildare, una instalación dirigida por Extern que apoya a jóvenes vulnerables. Los Duques de Cambridge fueron a un supermercado para comprar los ingredientes que necesitaban para preparar una comida con unos jóvenes de Savannah House. A su vuelta mostraron su destreza culinaria, algo que todo el mundo pudo ver en el especial de cocina de BBC 'A Berry Royal Christmas' en el que participaron el Príncipe Guillermo y Kate Middleton. Al terminar de comer jugaron al ping pong, donde la pareja peleó para ganar.
La jornada siguió en el condado de Meath para visitar la granja de investigación Teagasc que trabaja para promocionar una agricultura sostenible en Irlanda. De allí se marcharon a Howth, donde aprovechando el buen tiempo reinante dieron un agradable paseo para conocer los hermosos acantilados existentes en la zona. Un momento de relax en pareja. Para terminar la segunda jornada, se desplazaron al Museo de Literatura de Dublín para asistir a una recepción organizada por Simon Coveney, Viceprimer Ministro de Irlanda. Allí pudieron ver una primera edición del 'Ulises' de James Joyce, uno de los símbolos de las letras irlandesas.
Simon Coveney, que entregó tres cartas escritas por sus hijos para el Príncipe Jorge, la Princesa Carlota y el Príncipe Luis, destacó la importancia de que los Duques de Cambrige siguieran el ejemplo de la Reina Isabel y el Príncipe Felipe con su visita al Jardín del Recuerdo por honrar así a los irlandeses que murieron en su lucha por liberarse del yugo británico. Al darle la réplica, el Príncipe Guillermo recordó la importancia de que las relaciones entre Reino Unido e Irlanda sean buenas e hizo referencia al sufrimiento vivido. Así terminó el segundo día.
Día 3: Visita a un pub y debut con el hurling
A la mañana siguiente, los Duques de Cambridge tenían una cita en Tribeton para celebrar que Galway es Capital Europea de la Cultura. Para ello se reunieron con artistas y voluntarios y se animaron a hacer malabares. El Príncipe Guillermo demostró el talento que tiene y logró hacer malabares con tres pelotas, algo que no es tan complicado, pero que desde luego tampoco es sencillo. Mientras tanto, Kate Middleton estaba alucinada y no paraba de animarle.
Aparte de las pintas en la Guinness Storehouse, faltaba una visita a un pub irlandés, Tig Coili en Galway. Tras su paso por el pub saludaron a las personas que se agolpaban para saludarles. Pero allí no terminaba todo. Posteriormente mostraron lo bien que se les da el hurling, un deporte de equipo de origen celta con el que demostraron que además de deportistas, son competitivos. Sin duda se lo pasaron en grande en una divertida visita llena de simbolismo.