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El Rey Juan Carlos ha abandonado su confinamiento en La Zarzuela por causas de fuerza mayor. A pesar de su avanzada edad, su delicada salud y los escándalos, Juan Carlos de Borbón ha salido de su residencia oficial para acudir a un centro hospitalario de Madrid. El centro elegido ha sido el Hospital Universitario de La Zarzuela, lugar al que llegó para someterse a un chequeo que habría sido organizado y que no podía esperar más. Como señala Semana, Juan Carlos I llegó en plena noche en un coche acompañado por su personal de seguridad y se colocó la mascarilla obligatoria para ingresar en el centro hospitalario.
El Rey Juan Carlos entrando al hospital para someterse a una operación de corazónSe entiende que no hay motivos para alarmarse por el estado de salud de Juan Carlos de Borbón al tratarse de un chequeo médico rutinario. Eso sí, se entiende también que prefería que no trascendiera, y por eso acudió de noche al citado hospital, que se encuentra a poca distancia del Palacio de La Zarzuela. Sin embargo, no lo consiguió, lo que ha acabado con el perfil bajo que ha intentado mantener desde que estalló el escándalo de los 100 millones de dólares de Arabia Saudí que llevaron al Rey Felipe a retirar la asignación a su padre.
Las preocupaciones del Rey Juan Carlos
El Rey Juan Carlos sufre problemas cardíacos que le llevaron a ser intervenido en 2019. Sin embargo, su mayor inconveniente es la reducida movilidad con la que cuenta, lo que le llevó a pasar por el quirófano en varias ocasiones. A pesar de ello, no ha recuperado toda la autonomía que le hubiera gustado.
El Rey Juan Carlos reaparece en los toros tras su retirada de los actos oficialesMás preocupante resulta su estado anímico, mermado por la pérdida de la Infanta Pilar el 8 de enero de 2020, por el confinamiento en La Zarzuela y sobre todo por el escándalo de la Fundación Lucum que le colocó en el disparadero y ha tirado por tierra la poca buena imagen que le quedaba después de unos años en los que se han ido conociendo presuntas conductas no ejemplares.
Después de ser apartado por Felipe VI, con dolor de hijo y deber de Rey, recibió una buena y una mala noticia. La mala fue que la Fiscalía del Tribunal Supremo investiga el papel que habría tenido en la adjudicación a empresas españolas del AVE La Meca-Medina. La buena es que la Mesa del Congreso rechazó admitir a trámite las comisiones de investigación al Rey Juan Carlos después de que los letrados del Congreso señalaran que la inviolabilidad que le amparaba como Jefe del Estado es permanente.
