Tras pasar revista a las tropas, escuchar los himnos nacionales y saludar a autoridades, los cuatro reyes entraron en las estancias del Palacio Real de Estocolmo, donde les esperaban los Príncipes Victoria y Daniel de Suecia, así como el Príncipe Carlos Felipe y la Princesa Sofia, que se unieron así posteriormente a la ceremonia de bienvenida. Se hizo de esta forma para marcar el rango. La Visita de Estado se hizo por invitación del Rey de Suecia al Rey de España. Ambos Monarcas tienen que estar acompañados por sus consortes, unos como anfitriones y otros como visitantes.
Esa misma noche volvió a haber reencuentro de los ocho royals. El Salón Mar Blanco del Palacio Real de Estocolmo acogió una cena de gala en honor a los Reyes de España. Si en la ceremonia de bienvenida la Familia Real Sueca había demostrado lo esplendorosa que es y lo bien que maneja la pompa, esa noche la que brilló sobre todos y sobre todas fue la Reina Letizia. La Reina de España ejerció como tal todavía más al colocarse la tiara de la tiaras: la de la Flor de Lis, así como las pulseras gemelas de brillantes de Cartier y los pendientes de chatones.
Por su parte, la Reina Silvia lució la de los Camafeos, la Princesa Victoria la tiara kokoshnik de aguamarinas y la Princesa Sofia su tiara nupcial, la tiara Sofia, cuyas piedras preciosas pueden sustituirse para conjuntar la joya con el vestido. Y en cuanto a vestido, un guiño de la Reina Letizia a la Princesa Heredera al ponerse un traje de H&M igual al que Victoria de Suecia utilizó en el posado por su décimo aniversario de boda con Daniel de Suecia.
Tiaras y vestidos aparte, se pudo comprobar nuevamente que no es Carlos Gustavo de Suecia un hombre especialmente simpático y paciente. Durante el posado, con los Reyes de España y luego ya uniéndose la pareja heredera y los Duques de Värmland, mostró su desasosiego ante tanto cambio de sitio y tanta foto. Todo lo contrario de la siempre sonriente Reina Silvia, que aunque es buena amiga de la Reina Sofía, también ha logrado congeniar con una reina de otra generación. No hay duda de que las dos reinas se han llevado bien, como que a la Princesa Sofia le ha gustado conocer a Doña Letizia. No había constancia de que se hubieran visto cara a cara, por lo que la primera vez ha sido en esta Visita de Estado. Y algo se tenían que decir porque cuando la sesión de fotos acabó, para alivio de Carlos XVI Gustavo de Suecia, la Princesa Sofia se acercó a la Reina Letizia para hablar.
Luego en la cena no podían hacerlo debido a la disposición de las mesas. La Reina Letizia estaba entre el Rey de Suecia y el Príncipe Daniel. Teniendo en cuenta que al Monarca le tiene más visto y es de pocas palabras, era lógico que se centrara en el Príncipe de Suecia, con el que tiene en común ser consortes, proceder de un ámbito alejado de la realeza, su pasión por la vida sana y además haber nacido el mismo día, aunque Doña Letizia le saca un año. Charlaron animadamente mientras enfrente, el Rey Felipe se repartía entre la tía (tercera) Silvia y la prima (cuarta) Victoria. Se ha llevado siempre bien con ellas y este Viaje de Estado ha servido para demostrarlo una vez más.
A la mañana siguiente hubo actos por separado de los Reyes por un lado y las Reinas por otro hasta que se reunieron todos en el almuerzo que la Presidenta del Consejo Ciudadano y la Alcaldesa de Estocolmo ofrecieron a los Reyes de España en el Salón Dorado. Además, se les entregaron las llaves de la ciudad. Los Jefes de Estado llegaron juntos, al igual que las consortes, que nuevamente iban hablando y comentando muy animadas. Ambas tienen facilidad de palabra y saben manejarse bien. La duda es si hablarían en inglés todo el rato o la Reina Silvia se animaría a usar el español, lengua que domina.
En el almuerzo estuvieron por supuesto la pareja heredera y los Duques de Värmland, que conversaron animadamente con los Reyes Felipe y Letizia. Por la tarde, el Rey de Suecia y su sobrino visitaron la Real Academia Sueca de Ciencias de la Ingeniería. Más tarde, Don Felipe cambió de acompañante y estuvo con la Reina Letizia en una reunión con miembros de la Asociación de Científicos españoles en Suecia. Para terminar la velada y cerrando el círculo, los Reyes se desplazaron a la Residencia de la Embajada de España, edificio conocido como Villa Byströmn y que está situada en Djurgården, Estocolmo. Esta vez no llevaron mascarillas y estuvieron acompañados por la Familia Real Sueca al completo.
De nuevo, una enorme complicidad que se puso de manifiesto nada más llegar, con los Reyes Felipe y Letizia charlando y bromeando con la Reina Silvia. Durante los saludos, momento en el que a la Reina Letizia se le cayó el bolso y se desparramó su contenido por el suelo. Se vio lo atenta que Doña Letizia fue con Victoria de Suecia en este último acto juntas en el que no faltaron el Príncipe Daniel, el Príncipe Carlos y la Princesa Sofia.
Al término de este encuentro, los Reyes de Suecia acompañaron a los de España al aeropuerto de Arlanda para decirles adiós de la forma más cálida posible y agradecerles su visita. Hubo muchas confidencias y sobre todo besos y abrazosa antes de que subieran al avión para volver a España, dejando claro que los vínculos familiares y de amistad entre ambas Casas Reales se han fortalecido todavía más.
Amistad entre las dos Casas Reales
No extrañaron las palabras del Rey de Suecia en su discurso durante la cena de gala: "Es un gran honor para Su Majestad la Reina y para mí dar la bienvenida a Sus Majestades a Suecia. Mi familia y yo tenemos cálidos recuerdos de su visita oficial a Estocolmo como herederos en 2005, así como de su asistencia a la boda de la Princesa Heredera en 2010. Estamos encantados de darle la bienvenida nuevamente. La Reina y yo tuvimos el placer de hacer una visita de Estado a España en 1983 y hemos visitado su hermoso país en varias ocasiones desde entonces. Esta es la segunda Visita de Estado que recibimos de España. La última vez fue en 1979 cuando sus padres, Su Majestad el Rey Juan Carlos y Su Majestad la Reina Sofía, nos visitaron".
Recordó también vínculos más antiguos, sin hacer referencia a la Reina Victoria y el Príncipe Alberto, antepasados comunes de Carlos XVI Gustavo y de Felipe VI: "En 1927, mi bisabuelo Gustaf V viajó a España y visitó a su bisabuelo, el Rey Alfonso XIII. Al año siguiente, el rey Alfonso visitó Estocolmo, donde adquirió una hermosa villa en el Royal Park Djurgården, antiguamente la casa del hermano menor del Rey Gustavo V, el Príncipe Carl. Desde entonces, la villa ha sido la residencia del embajador de España. El Rey Alfonso también trajo consigo un regalo de lo más magnífico: una gran alfombra color azafrán con un dibujo de rosas. Está ubicado en la gran sala de estar del Palacio de Drottningholm, donde vivimos la Reina y yo. Con sus colores fuertes y hermosos, me recuerda todos los días nuestra larga amistad. A Sus Majestades, a la amistad continua entre nuestras dos Casas, y a la felicidad y prosperidad de los españoles", finalizó el Rey de Suecia. Y parece que sí, que las dos Casas Reales han sido y siguen siendo buenas amigas.