La vida del Príncipe Harry y de Meghan Markle ha cambiado por completo desde que anunciaran que se alejarían de la Casa Real británica. El matrimonio ha cruzado el charco para distanciarse todo que han creído conveniente, sin embargo, algunas labores que desempeñaron en el pasado continúan y una de ellas en la labor social.
La Reina Isabel, el Príncipe Harry y Meghan Markle en los Queen's Young Leaders AwardsLa pareja anunció a principios de abril de 2020 que el nombre que había elegido para su fundación es Archewell, un nombre que sustituye al de Sussex Royal que dejaron de utilizar el 31 de enero, coincidiendo con su salida de la Casa Real, y es que desde ese momento tienen que prescindir del término 'real' en sus negocios como hizo saber la Reina Isabel, abuela del Príncipe Harry.
Lejos de este nuevo camino han comenzado a descubrirse algunas novedades y una de ellas es que parece ser que estarían dispuestos a ahorrarse impuestos a toda costa, motivo por que le muchos rostros conocidos crean fundaciones. Han sido algunos medios alemanes los que se han hecho eco de los 'truquitos' que estarían llevando a cabo el Príncipe Harry con Meghan Markle para ahorrarse impuestos a través de un paraíso fiscal de Estados Unidos.
El Príncipe Harry y Meghan Markle tras su salida de la Casa de Canadá en LondresPese a que esto pertenece a la legalidad, lo cierto es que ambos habrían actuado a conciencia y después de haber hecho un exhaustivo estudio de la zona. Esta maniobra es llevada a cabo por numerosas empresas, sin embargo choca que quieran librarse de los impuestos que ayudan a impulsar a un país cuando han hecho saber en numerosas ocasiones lo que les preocupa el bienestar de los demás.
Una jugada maestra
Al parecer, la sede de Archewell está en el 1209 de North Orange Street, en Wilmington, Delaware, y lo más chocante es que en el mismo edificio están registradas más de 200.000 compañías, porque en dicho lugar tienen su dirección fiscal más de medio millón de compañías pese a ser una población con poco más de 70.000 habitantes. Y la respuesta está que en Delaware solo se paga una tarifa de poco más de 20 dólares por año y si las ganancias que se obtienen tienen que ver con el propósito de la caridad, no hay impuestos, además de que no es necesario publicar informes de responsabilidad. Ellos no serán los únicos que hayan utilizado esta maniobra tan bien pensada, puesto que entre las empresas destacadas con una casilla postal en este lugar se incluyen Google, American Airlines, Apple, Coca-Cola o Kentucky Fried Chicken.
