Son varios los proyectos que tiene Meghan Markle entre manos, donde se encuentro una ya realizado que puede ir a más. Para empezar, su acuerdo con Disney se ha materializado con 'Elephant', un documental grabado en África dedicado a la vida de los elefantes que ha sido narrado por Meghan Markle y estrenado el 3 de abril de 2020 en Disney+. Esta colaboración surgió cuando los Duques de Sussex asistieron al estreno de 'El Rey León' en Londres en julio de 2019. El Príncipe Harry comentó al directivo de Disney Bob Iger que Meghan Markle sabía hacer voces en off y que estaba interesada en hacerlo para Disney. El resultado fue un contrato para ella con un sueldo destinado a Elephants Without Borders.
Los pasos individuales del Príncipe Harry son menos claros a la hora de hacer dinero, aunque ya ha coqueteado con JP Morgan y Goldman Sachs, lo que podría reportarle beneficios con acuerdos de colaboración que pasarían por ejercer de conferenciante o asesor. Uno de sus mayores logros como royal ha sido su labor para acabar con los estigmas que se asocian a las enfermedades mentales, lo que puede serle de utilidad. Precisamente en esa línea va su asociación con Oprah Winfrey. En cuanto a su carrera militar, se le han retirado los honores principales, pero sigue trabajando con los Invictus Games y Endeavour Fund. Con respecto a Travalyst, que ayudó a fundar para promover un turismo sostenible, se establece como una organización independiente sin ánimo de lucro en Reino Unido.
Lo más importante que van a llevar a cabo, además de seguir con sus patrocinios reales anteriores a título privado, es su fundación benéfica. No puede ser nada Royal, por lo que se ha descartado The Royal Foundation of The Duke and Duchess of Sussex. El Príncipe Harry y Meghan Markle se han visto obligados a eliminar la marca royal de todo lo que hagan, además de a no usar su tratamiento de Altezas Reales, que por cierto no les ha sido retirado. Se esperaba que su nueva entidad benéfica llegara pronto, pero con medio mundo luchando contra el coronavirus, la espera tiene que ser más larga. Por lo pronto han fichado a Catherine St Laurent como su jefa de personal y directora ejecutiva de su organización sin fines de lucro. St Laurent trabajó para la Fundación Bill y Melinda Gates y Pivotal Ventures y cuenta con sobrada experiencia y un reconocido prestigio. Además, han encargado a la firma de relaciones públicas Sunshine Sachs que les represente ante los medios en Estados Unidos. Por su parte, James Holt se ocupa de Reino Unido y la Commonwealth. Lo tienen todo pensado.
Seguridad privada y residencia en Los Angeles
Lo más costoso que tienen que afrontar es la seguridad. Aunque ellos insistieron en la necesidad de que fuera sufragada con fondos públicos por ser quienes son, ni Reino Unido, ni Canadá, ni Estados Unidos están dispuestos. Finalmente tienen que recurrir a seguridad privada, un gasto enorme pero necesario que pueden afrontar con su amplia fortuna.
Los Sussex siguen manteniendo su casa de Frogmore Cottage, situada en Windsor, cuyas reformas han tenido que pagar con sus fondos privados a posteriori como condición para que se aceptara su salida de la Casa Real Británica. Sin embargo, no se espera que la usen mucho. Además, aunque en un primer momento se instalaron en Canadá, donde ocuparon una lujosa vivienda en Vancouver Island, se han mudado a Los Angeles y han roto así otro puente con la Corona, ya que Canadá pertenece a la Commonwealth y tiene a la Reina Isabel como su Jefa de Estado.
La mudanza ha tenido lugar antes de lo previsto debido al cierre de fronteras decretados entre Canadá y Estados Unidos por el coronavirus. Mientras pudieron moverse, los Duques de Sussex y su hijo Archie volaron a Los Angeles, donde se han instalado se entiende que de forma permanente. Aunque la decisión ha tenido que molestar a la Reina, era de esperar. Allí vive Doria Ragland, madre de Meghan Markle y único familiar con el que tiene relación, y allí está cerca de Hollywood, donde todo apunta que puede hacer negocios con la industria del entretenimiento. Además, la Duquesa de Sussex nació y se creció en esta ciudad de California, y aunque fue feliz en Toronto, le encanta Los Angeles.
Así, los primeros meses de su vida en Los Angeles son para dedicarse a la familia, implicándose todavía más con su hijo Archie. También hay tiempo para preparar su fundación benéfica y seguir trabajando con los proyectos que sí pueden salir adelante en la distancia. Además, han dejado claro que ni Buckingham Palace ni cualquier otro portavoz real habla por ellos. Los Duques de Sussex han recuperado el control para ser solo Harry y Meghan, una pareja libre, financieramente independiente y con un enorme potencial.