La vuelta de Pablo Urdangarin a España no parece tener vuelta atrás. Después de abandonar Ginebra al finalizar sus estudios para instalarse en Hannover e iniciar una carrera como jugador de balonmano en el TSV Hannover-Burgdorf, cambió de destino y se mudó a Nantes para disputar la siguiente temporada en el HBC Nantes. No encontró allí su lugar y regresó a la ciudad que le vio nacer para empezar de nuevo.
Se fue a vivir con su tía Ana Urdangarin, aunque no tardó en mudarse a casa de unos buenos amigos en Pedralbes. Su intención era fichar por el Barça de balonmano, pero no fue posible. Eso sí, se le permitió entrenarse con el equipo aunque sin ficha, y por tanto sin estar oficialmente dentro del conjunto blaugrana.
Como señala Vanitatis, barajó entrar en el Club Handbol Esplugues, pero no ha sido posible y ha seguido entrenando con el Barça apoyado por David Barrufet, director técnico del equipo. Por ello, se desplazaba diariamente a la Ciutat Esportiva Joan Gamper hasta que se detectaron casos de coronavirus y tuvo que dejar de ir.
Además de eso, ha decidido no solo centrarse en el balonmano, sino también cursar estudios superiores. Para ello se ha matriculado en la European University, la EU Business School Barcelona. Ha elegido una escuela de negocios situada cerca de Les Tres Torres que también tiene campus en Ginebra. De acuerdo con el citado medio, ha sido visto yendo a clase y charlando con algunos compañeros.
Una nueva vida en Barcelona
El hijo de la Infanta Cristina e Iñaki Urdangarin parece feliz en su nueva vida. Vive en una casa en Pedralbes con buenos amigos, tiene cerca a sus tíos y primos, ha recibido la visita de sus padres, que aprovecharon un permiso carcelario de Iñaki Urdangarin para viajar a Barcelona, ha empezado unos estudios superiores y sigue entrenando para conseguir ser fichado por el equipo en el que su padre fue un grande del balonmano.