Victoria Federica se ha visto envuelta en otro escándalo. Sucedió durante su paso por la Feria de Abril de Sevilla, donde mientras paseaba a lomos de un caballo por el recinto ferial, el equino pisó a una joven que se encontraba disfrutando de la feria. Este accidente ha provocado una enorme polémica debido a que la hija de la Infanta Elena no se habría bajado del caballo para preocuparse por el estado de la joven, que se llama María y tiene 22 años, que terminó en el hospital con un esguince y teniendo que usar muletas.
Si bien el entorno de Victoria Federica señalaba que había pedido disculpas a la mujer que resultó herida, Gema López, que fue la que dio la información en 'Sálvame', lo ha negado, señalando que todo se ha hecho a través del tutor de la hija de la Infanta Elena, que sí se puso en contacto con la familia de la joven herida "diciendo que se había asustado, le había dado miedo y había recibido el mensaje, pero no sabía cómo contestar".
Todo arreglado entre ambas partes
Esta información ha sido confirmada por Vanitatis, que señala que todo está solucionado después de que el tutor de Victoria de Marichalar, Nicolás Murga, se hiciera cargo de todo. En concreto, se ha preocupado de que María, que vive sola en Madrid, sea acompañada por una persona de confianza de la nieta del Rey Juan Carlos a la hora de hacerse una radiografía. Con ello se pretende confirmar que no hay nada más que un esguince, como señalaron las pruebas que se le practicaron en Sevilla.
Nicolás Murga fue ayudante de campo del Rey Juan Carlos. Como hombre de confianza se le encargó que velara por Froilán y Victoria Federica, que le consideran como un segundo padre. Fue él quien acompañó a Felipe de Marichalar a Abu Dabi cuando se instaló allí, y ha sido él el que se ha encargado de gestionar esta crisis provocada por Victoria de Marichalar.
El citado medio deja claro que efectivamente, cuando se produjo el accidente, no se dio cuenta de la magnitud de la lesión y siguió paseando a caballo, sin bajarse del corcel para interesarse por María. Pensando que no había sido más que un susto, se dio cuenta de la gravedad cuando vio el mensaje que le había mandado la joven, que consiguió su teléfono a través de amigos comunes. Tras ponerlo todo en manos de personas de confianza, ambas partes llegaron a un entendimiento.