La hija de la Infanta Elena ha puesto fin a su confinamiento en la finca de su amigo Ángel Rodríguez-Avial en Jaén y ha regresado a Madrid.
Victoria Federica ha pasado el confinamiento en el cortijo 'El Derramadero', propiedad que la familia de su amigo Ángel Rodríguez-Avial tiene en el pueblo jienense de Villacarrillo, ubicado cerca de la Sierra de Cazorla. Allí pasó semanas junto a este amigo y con Jorge Bárcenas, su novio. Los tres han disfrutando de una tranquila estancia en Andalucía hasta que han considerado que era el momento de volver.
A pesar de que no es posible el movimiento entre provincias, sí se contemplan algunas excepciones. Una de ellas es el regreso al domicilio habitual, y en el caso de Victoria Federica, está en Madrid. La aristócrata reside habitualmente en la casa que la Infanta Elena tiene en el barrio de Niño Jesús, residencia en la que la Duquesa de Lugo ha pasado sola el confinamiento debido a que también Froilán pasó el confinamiento en Andalucía, aunque en su caso lo hizo en Marbella.De este modo, una vez que Victoria de Marichalar, Jorge Bárcenas y Ángel Rodríguez-Avial consideraron que ya era hora de dejar 'El Derramadero' pusieron rumbo nuevamente a Madrid. Podrían haber pasado desapercibidos, pero optaron por aparecer en las redes sociales, con lo que se ha podido confirmar que están de vuelta en la capital de España.
Victoria Federica y Jorge Bárcenas echaban de menos a los amigos que se quedaron en Madrid, así que en cuanto pudieron, y aprovechando que la Fase 1 permite juntarse hasta 10 personas en las terrazas, fueron a un restaurante del Paseo de La Habana de la capital para cenar con algunos de ellos. Su amiga Carlota Suárez fue la que se encargó de desvelar el plan con sus amigos, al que se unió también Tito Martínez, amigo del DJ con el que sale Victoria Federica.
Un confinamiento polémico
Su vuelta a su vida en Madrid está justificada, pero vuelve a ser una polémica después de otras protagonizadas por Victoria Federica. Durante su estancia en Villacarrillo se le vio yendo al supermercado acompañada, rompiendo la norma de ir a hacer la compra en solitario durante el estado de alarma. Cuando se pudo salir, acudió a una peluquería del pueblo como acompañante de su novio. Allí y ante el deseo de la peluquera de hacerse una foto con ella no respetó la distancia de seguridad pese a estar con una desconocida, lo que volvió a generar polémica.