El Rey Juan Carlos y Victoria Federica con una banderilla en la corrida de San Isidro 2016La plaza de toros de Las Ventas en Madrid ha abierto sus puertas como cada año para que los aficionados taurinos puedan disfrutar de la Feria de San Isidro. Cada 15 de mayo son muchas las caras conocidas que ocupan posiciones en los tendidos dispuestos a pasar una agradable tarde de toros.
Entre ellos, siempre que sus agendas se lo permiten, están el Rey Juan Carlos y la Infanta Elena. Padre e hija son unos grandes aficionados a la tauromaquia, una pasión que ha heredado Victoria de Marichalar, que este año también ha estado junto a ellos.
Victoria Federica recibió como obsequio un par de banderillas
La nieta de Don Juan Carlos, que también hace unos días se dejó ver en el Open de Madrid, vivió la tarde de toros muy intensamente y se fue muy contenta a casa con el par de banderillas con la bandera de España que le habían regalado.
Victoria Federica y la Infanta Elena en la corrida de San Isidro 2016Los tres se lo pasaron en grande y demostraron una vez más, como ya hicieran en aquella tarde de tenis en La Caja Mágica de Madrid, que entre ellos hay una gran complicidad y que están familiarmente muy unidos.
Por allí también se dejaron ver Jaime Ostos y su mujer Mari Ángeles Grajal, que en un momento de la tarde se acercaron a saludar muy animadamente al Rey Juan Carlos para charlas unos instantes con él.
Feliciano López, Rappel y Esperanza Aguirre acudieron a la cita taurina
Rappel, José María Michavila y sus hijos pero sin Genoveva Casanova, Carmen Martínez-Bordiú con su pareja Luis Miguel Rodriguez, Ana Botella o Feliciano López también se situaron en los diferentes tendidos. Entre todos ellos los que más llamaron la atención fueron Marina Danko y Mónica Martín Luque.
Mónica Martín Luque y José Manuel Yzaga en la corrida de toros de San Isidro 2016La primera estaba sentada con su marido, mientras que la segunda con su novio José Manuel Yzaga, y entre ellas estaba su amiga Fiona Ferrer, que ante la pasión de las dos parejas que le acompañaban, decidió pasar la tarde hablado por teléfono y evadirse así un poco de lo que le rodeaba.
