Mucho se ha hablado y se habla de la relación entre los miembros de la Familia Real Española y de la Familia del Rey, así como de cómo se llevan la Familia Real Británica. De quien se habla menos de la corte alauí, si bien es cierto que cuando se conoció el divorcio de Mohamed y Lalla Salma el 18 de marzo de 2018, toda las miradas se posaron sobre esta dinastía.
Los Reyes Felipe y Letizia visitaron Marruecos en julio de 2014 con motivo de una visita de presentación realizada por la subida al Trono de Felipe VI. En aquel momento fueron recibidos por Mohamed VI y Lalla Salma, pero todo ha cambiado en el Viaje de Estado de los Reyes Felipe y Letizia al país magrebí entre los días 13 y 14 de febrero de 2014.
Aunque el divorcio entre el Rey y su consorte no ha sido confirmada por la Casa Real marroquí, lo cierto es que desde antes de que saliera a la luz la ruptura no se veía públicamente a la Princesa Salma. Desde su boda, Mohamed VI se empeñó en que cambiaran las cosas, y por eso desde el primer día Lalla Salma apareció en público, le dio estatus y funciones de consorte real. Su imagen moderna, solidaria y comprometida eran un filón para una Monarquía que debía y debe trabajar duro por ser más aperturista. Y por si quedaban dudas sobre su salida de la Familia Real, Mohamed VI recibió a los Reyes de España acompañado por toda la Familia Real.
Estuvieron los dos hijos del Rey, Moulay Hassan y Lalla Khadija, así como el hermano de Mohamed VI, Moulay Rachid, la esposa de este, Lalla Oum, y las hermanas del Monarca, sus queridas Lalla Meryem, Lalla Asma y Lalla Hasna. En la firma de acuerdos bilaterales con España, Mohamed VI llevó a los varones de la Casa Real, es decir, a su hijo y heredero y a su hermano.
Por la noche, el Palacio Real de Rabat acogió una cena de gala en honor a los ilustres visitantes en la que estuvieron nuevamente todos los royals principales de la dinastía alauí a excepción de Lalla Khadija, demasiado pequeña para un evento nocturno. Al día siguiente, Lalla Meryem acompañó a la Reina Letizia a una visita a la Escuela de la Segunda Oportunidad de Salé, donde conoció a niños que se encuentran en acogida y a jóvenes en reinserción. La Princesa Meryem acudió en calidad de presidenta del Observatorio de Derechos del Niño.
Todo esto deja claro que la Familia Real Marroquí da mucha importancia a los hermanos del Rey, en los que Mohamed VI, que tiene una salud delicada al sufrir una enfermedad autoinmune llamada sarcoidosis. Eso, sumado a la ausencia de la Princesa consorte, ha provocado que tanto Moulay Rachid como Lalla Meryem, Lalla Asma y Lalla Hasna hayan adquirido mayor relevancia. Además, la menor de las hermanas, Lalla Hasna, es la elegida para ejercer como Primera Dama y ostenta la presidencia de la fundación Mohamed VI para la Protección del Medio Ambiente.
Confianza plena en sus hijos y sus hermanos
No hay duda de que confía plenamente en sus hermanas y su hermano, pero además, ha quedado nuevamente claro que quiere que su hijo esté completamente preparado para ser Rey de Marruecos. Moulay Hassan, su primogénito, nació el 8 de mayo de 2003 y lleva toda la vista acostumbrado a las cámaras y a los actos oficiales. Sin embargo, en los últimos tiempos se le ha visto todavía más, e incluso acompañó al Monarca a París a los actos con motivo del centenario del fin de la Primera Guerra Mundial en noviembre de 2018. Allí estuvo entre Jefes de Estado y de Gobierno, algo impensable para otros herederos menores de edad.
Su hija, Lalla Khadija, nacida el 28 de febrero de 2007, ha tenido un perfil más bajo hasta ahora, aunque en noviembre de 2018 fue portada y protagonizó un reportaje para la revista Femmes du Maroc e incluso recibió a los Reyes de España a su llegada a Rabat. Todo esto implica que en pocos años está llamada a suceder a Lalla Hasna como Primera Dama, al menos hasta que Moulay Hassan contraiga matrimonio. El propio Moulay Hassan ha tenido una enorme participación en la Viaje de Estado de Don Felipe y Doña Letizia, lo que puede ver como una oportunidad de aprender para cuando llegue el momento y sea él quien ejerza de anfitrión.
Definitivamente, si hay algo que ha dejado claro este Viaje de Estado es que Lalla Salma ya es cosa del pasado para la Familia Real de Marruecos, que los hermanos del Rey están unidos en torno a él y sus hijos tienen mayor participación de lo que se esperaría por edad. A eso hay que añadir que no hay dudas de la excelente relación entre Mohamed VI y los Reyes Felipe y Letizia. Como prueba, aparte de lo mucho que les agasajó durante su breve estancia en el país magrebí, hubo un momento tras la cena de gala que no pasó desapercibido.
A la salida del evento, Doña Letizia sintió frío, así que Mohamed VI quiso ser cortés y le ofreció su capa, llamada selham, algo que ella aceptó encantada. Cuando la Reina se la quiso devolver, él se la regaló como obsequio. Tendrá sus cosas, pero el Rey de Marruecos aprecia sinceramente a su homólogo español y a su consorte, aunque sin duda, Don Felipe y Doña Letizia habrán echado en falta a Lalla Salma, símbolo de una modernidad y apertura que no merecía desaparecer del mapa sin más.