Los Reyes Felipe y Letizia han tenido una agenda frenética en pocos días. El jueves 17 de octubre viajaron con sus hijas a Oviedo para los Premios Princesa de Asturias. Pasaron 3 días en tierras asturianas antes de regresar a Madrid, dejar en La Zarzuela a la Princesa Leonor y la Infanta Sofía y poner rumbo a Japón para asistir a la entronización de Naruhito de Japón como Emperador.
El día 22 estuvieron entre las más de 2000 personas invitadas a la ceremonia en el Palacio Imperial de Tokio. Esa misma noche acudieron a la cena de gala en la que pudieron saludar y felicitar personalmente a Naruhito y Masako de Japón, con los que mantienen muy buena relación.
A la mañana siguiente, los Reyes partieron rumbo a Corea del Sur para realizar una Visita de Estado a Corea del Sur que se había pospuesto en el año 2016 debido al bloqueo político que se vivía en aquel momento. 3 años después, España ha vuelto a vivir un bloqueo que ha llevado a la repetición de Elecciones Generales. Sin embargo, en esta ocasión la agenda de los Reyes no se ha parado y se ha aprovechado el viaje a Japón.
Así, en la mañana del 23 de octubre aterrizaron en la Base Aérea Militar de Seúl, donde fueron recibidos por 21 salvas de honor y por las autoridades. Seguidamente, los Reyes fueron al Cementerio Nacional de Seúl, donde realizaron una Ofrenda Floral a los caídos en las guerras de Corea, de Vietnam y a los que lucharon contra la ocupación japonesa.
De allí partieron a la Casa Azul, residencia del Presidente de la República, donde fueron recibidos por el Jefe de Estado, Moon Jae-in, y por la Primera Dama, Kim Jung-sook. El Rey y su homólogo mantuvieron una reunión, además de asistir a la firma de un acuerdo turístico ante el empuje de los datos que demuestran que cada vez más surcoreanos visitan España. También se firmó otro para favorecer el intercambio de información comercial, la promoción del comercio y la inversión, todo ello con el fin de mejorar las ya positivas relaciones comerciales bilaterales.
Por su parte, la Primera Dama de Corea Kim Jung-sook, se reunió con Doña Letizia. Para estos primeros actos, la Reina llevó un vestido de Carolina Herrera con estampado de flores en verde, azul y naranja que ya se había puesto para su viaje a Londres en el que inauguró la exposición 'Sorolla: Spanish Master of Light' junto al Príncipe de Gales. Antes de que cayera la noche, el Rey se reunió con el que fuera secretario general de las Naciones Unidas, Ban Ki-Moon.
Después, los Reyes fueron agasajados con una cena de gala en la Casa azul. La Reina estrenó para la ocasión un vestido de Temperley London con flores bordadas con el que estaba radiante. Doña Letizia fue fotografiada mirando una copa que no bebería, ya que es abstemia y no prueba el alcohol.
Al día siguiente, el Rey asistió a un desayuno de negocios antes de inaugurar con el Presidente coreano un encuentro empresarial entre España y Corea del Sur. El Rey visitó la Asamblea surcoreana mientras la Reina pasó por la Sede de la Agencia de Promoción de Inversión Comercial de la República de Corea (KOTRA) con la Primera Dama. Doña Letizia lució estilo working girl con blusa blanca y falda de cuero roja.
Los Reyes volvieron a unirse para visitar el Ayuntamiento de Seúl, donde el alcalde, Park Won-Soon, les nombró ciudadanos de honor, les entregó la declaración que lo acredita, una medalla y una banda. Don Felipe y Doña Letizia estaban encantados. Más lo estuvieron al escuchar al guitarrista Park Ju-won, que versionó música coreana con el tema 'Entre dos aguas' de Paco de Lucía.
Esa misma tarde, se desplazaron al LG Sciencepark de Seúl, donde s e quedaron fascinados al pasar por el espacio robótico. Como último acto, recibieron a Hispanistas de Corea y pasaron un tiempo con una representación de la colectividad española que reside en el país. Posteriormente, se dio por finalizada la Visita de Estado.