Galería: La Familia Real Danesa en imágenes
La Familia Real Danesa vive un momento de esplendor tras los malos tiempos vividos por la muerte del Príncipe Enrique, fallecido el pasado 13 de febrero a los 83 años. Hace tiempo que el luto terminó, y tras un verano lleno de planes y aventuras ha tocado volver a la vida oficial al más alto nivel: con una Visita de Estado.
Durante los días 28 y 29 de agosto, el presidente de Francia, Emmanuel Macron, y la Primera Dama, Brigitte Macron, han visitado Dinamarca como respuesta a la invitación de la Reina Margarita. Además de reforzar las relaciones bilaterales, este desplazamiento suena a un homenaje al Conde de Monpezat, y que desde 1982, la Monarca no recibía en Visita de Estado a un mandatario galo. El descuido ha sido ya subsanado.
Noche de tiaras
Todo comenzó con el recibimiento oficial que los Príncipes Federico y Mary dispensaron al matrimonio presidencial. Casualmente, las dos mujeres lo apostaron todo al rojo y salieron vencedoras. Los Macron y los Dinamarca se desplazaron al Palacio de Amalienborg, donde fueron recibidos por la Reina Margarita, que les esperaba con ilusión. Allí se les unieron también los miembros menores de la Familia Real, el Príncipe Joaquín, la Princesa Marie, con blusa, bolso y zapatos rojos, y la Princesa Benedicta.
El duelo de estilo de la Primera Dama de Francia y la consorte real pudo verse con más detalles tras el recibimiento, ya que la Princesa Mary ejerció de anfitriona y llevó a Brigitte Macron a visitar la Academia de las Bellas Artes de Copenhague.
El dia terminó con una cena de gala en el Palacio de Christiansborg, el de las grandes ocasiones, en el que las royals desplegaron sus joyas para impresionar en una noche tan especial para la República Francesa y el Reino de Dinamarca.
Para el duelo de tiaras, la Reina Margarita escogió la Pearl Poiré, que data de 1825. La Princesa Mary se colocó la de rubíes, mientras que la Princesa Marie optó por la que le regaló Joaquín de Dinamarca con ocasión de su décimo aniversario de boda. Finalmente, la Princesa Benedicta llevó la que pertenece a su familia política, la Sayn-Wittgenstein-Berleburg. Todo para una noche llena de confidencias, de brindis y complicidad.