El diseño, creado por el modista Victor Edelstein, fue el elegido por la Princesa para la que se convertiría en su última sesión de fotos.
El legado de la Princesa Diana de Gales sigue estando muy presente a pesar del tiempo que ha pasado desde el fatídico accidente de tráfico que acabó con su vida. Prueba de ello ha sido la subasta del mítico vestido diseñado por uno de los favoritos de Lady Di, Victor Edelstein, y que se ganó el corazón de la Princesa en cuanto lo vio por primera vez. Confeccionado en terciopelo de seda púrpura con escote de palabra de honor con forma de corazón y una ostentosa falda que se asemeja a un tulipán, el vestido que la Princesa Diana lució durante la famosa sesión fotográfica que Mario Testino hizo para 'Vanity Fair' y que se convirtió en la última de la Princesa ha sido subastado por más de medio millón de euros.
La casa Sotheby's de Londres ha sido la encargada de sacar a subasta el vestido. Comprado por primera vez en 1997 tras salir a la venta a consecuencia de una donación que la propia Princesa hizo con la intención de recaudar fondos para algunas de las organizaciones que más apoyaba, esa primera vez consiguió más de 24000 dólares, 25 veces menos que en su segunda salida a puja. El vestido fue usado por la Princesa en varias ocasiones a lo largo de la década de los 90, y se convirtió en uno de sus favoritos. Junto al vestido púrpura, la Princesa subastó poco antes de su muerte otros 78 vestidos consiguiendo recaudar un total de 3,25 millones de dólares. Los fruncidos alrededor del corpiño y los botones estilo joya en la parte trasera completan un diseño que ha hecho historia tras alcanzar los 604.800 dólares durante su segunda subasta, no solo superando con creces el precio por el que se vendió la primera vez, sino que también ha batido las expectativas de esta subasta, en la que se esperaba recaudar entre 80.000 y 120.000 dólares por él.
Cynthia Houlton, directora global de moda y accesorios de Sotheby's, ha celebrado la venta del vestido, asegurando que la figura de la Princesa Diana "ha sido reconocida durante mucho tiempo por su sentido del estilo atemporal" y que este "vestido de fiesta hecho a medida resume la elegancia natural de la Princesa". "La venta de hoy de este vestido histórico es un recordatorio del legado perdurable de la Princesa Diana que sigue inspirando a personas de todo el mundo", ha finalizado. Las piezas de Lady Di
Además de la venta del vestido, tan solo unas semanas antes la misma casa de subastas vendió otra de las piezas de la Princesa de Gales: el colgante de la Cruz de Attallah, una joya que fue comprada por Kim Kardashian por casi 200.000 dólares, doblando su precio inicial. Se trata de una cruz de amatista que fue creada en 1920 por el diseñador de joyas de lujo Garrard y en cuya subasta pujaron cuatro competidores, consiguiendo quedarse con ella un representante de la socialité estadounidense.