Por el momento, la Infanta Cristina está en Barcelona. Llegó para cumplir con sus compromisos profesionales con la Fundación La Caixa. En el caso de Iñaki Urdangarín, parecía que este martes 21 de febrero se había ido a España, pero solo fue una maniobra de despiste, ya que esa misma tarde regresó a su casa de Ginebra. De todos modos, sus horas allí están contadas, ya que debe estar presente en la vistilla en la que se tomarán medidas cautelares. En el peor de los casos, podría ir a prisión de forma inmediata o tendría que residir en España, algo que de todos modos, no es muy probable.
Precisamente en Ginebra es más que posible que se quede por mucho que Iñaki Urdangarín vaya a ir a la cárcel en territorio español. Se ha dicho que estaba pensando en irse a Lisboa, pero al parecer, esta información carece de fundamento, y Cristina de Borbón prefiere la paz que le da Suiza tanto a ella como a sus cuatro hijos, que podrían estar más expuestos en Portugal.
Dos visiones distintas en La Zarzuela
Otro asunto espinoso es qué ocurre ahora que ha sido rehabilitada por su absolución. La Justicia considera que no tiene delito que pagar, mientras que la sociedad española la desprecia. Así, hay dos versiones contrapuestas. La Reina Sofía sería partidaria de que cesara su ostracismo, mientras que la Reina Letizia entiende que el daño que han hecho a la Corona tanto ella como Urdangarín es motivo de sobra para que sigan en las sombras. Cuanto más lejos mejor. Una versión más sensata prefiere esperar a que la sentencia sea firme, y cuando el Supremo hable, se tome una decisión con respecto a Cristina de Borbón.
De todos modos, al ser Familia del Rey y no Familia Real, su papel institucional jamás volverá, y se dejará ver quizás en eventos familiares en los que podría dejar de ser una proscrita. A Iñaki Urdangarín no se le espera jamás, él ha sido condenado, pagará con la libertad, y a buen seguro, no se le volverá a ver en público nunca más junto a Felipe VI salvo casos muy concretos que por ahora no se darán, como las posibles bodas de sus respectivos hijos. Si hay algo que nunca volverá, es la armonía familiar en el seno de la dinastía que reina en España.