Galería: Juicio por el Caso Nóos
Que la Infanta Cristina está más tranquila, eso no lo puede negar nadie. La sentencia del Caso Nóos le absolvió de los dos delitos fiscales de los que se le acusaba, poniéndole eso sí una multa de 265.000 euros como partícipe a título lucrativo. En el caso de Iñaki Urdangarín, el tribunal que le juzgó le encontró culpable por los delitos de malversación, prevaricación y falsedad documental, fraude a la administración, dos delitos fiscales y estafa, lo que se ha traducido en una condena de 6 años y 3 meses de cárcel y una multa de 512.000 euros.
Este jueves a las 10:30 horas se celebrará una vistilla en Palma en la que el fiscal Horrach podría pedir prisión con o sin fianza tanto para Urdangarín como para Diego Torres. El trabajo de la defensa es conseguir que se acepte que el riesgo de fuga no existe para el marido de la Infanta Cristina, y así entrar en prisión solo cuando la condena sea firme previo paso por el Tribunal Supremo.
Por el momento, la Infanta Cristina está en Barcelona. Llegó para cumplir con sus compromisos profesionales con la Fundación La Caixa. En el caso de Iñaki Urdangarín, parecía que este martes 21 de febrero se había ido a España, pero solo fue una maniobra de despiste, ya que esa misma tarde regresó a su casa de Ginebra. De todos modos, sus horas allí están contadas, ya que debe estar presente en la vistilla en la que se tomarán medidas cautelares. En el peor de los casos, podría ir a prisión de forma inmediata o tendría que residir en España, algo que de todos modos, no es muy probable.
Es mucho lo que se ha dicho, pero a través de ¡Hola! se ha sabido que Cristina de Borbón está indignada con la condena de su marido por considerarla injusta y que tiene ofertas profesionales pese al escándalo que ha supuesto que una hija y hermana de Reyes de España haya sido juzgada por fraude fiscal. Así, habría quien está dispuesto a contratarla, aunque ella en principio seguiría con La Caixa, donde lleva más de dos décadas trabajando, y en la fundación del Aga Khan, que llegó cuando más lo necesitaba y posibilitó su traslado (y con ella el de su familia) a Ginebra.
Precisamente en Ginebra es más que posible que se quede por mucho que Iñaki Urdangarín vaya a ir a la cárcel en territorio español. Se ha dicho que estaba pensando en irse a Lisboa, pero al parecer, esta información carece de fundamento, y Cristina de Borbón prefiere la paz que le da Suiza tanto a ella como a sus cuatro hijos, que podrían estar más expuestos en Portugal.
Dos visiones distintas en La Zarzuela
Otro asunto espinoso es qué ocurre ahora que ha sido rehabilitada por su absolución. La Justicia considera que no tiene delito que pagar, mientras que la sociedad española la desprecia. Así, hay dos versiones contrapuestas. La Reina Sofía sería partidaria de que cesara su ostracismo, mientras que la Reina Letizia entiende que el daño que han hecho a la Corona tanto ella como Urdangarín es motivo de sobra para que sigan en las sombras. Cuanto más lejos mejor. Una versión más sensata prefiere esperar a que la sentencia sea firme, y cuando el Supremo hable, se tome una decisión con respecto a Cristina de Borbón.
De todos modos, al ser Familia del Rey y no Familia Real, su papel institucional jamás volverá, y se dejará ver quizás en eventos familiares en los que podría dejar de ser una proscrita. A Iñaki Urdangarín no se le espera jamás, él ha sido condenado, pagará con la libertad, y a buen seguro, no se le volverá a ver en público nunca más junto a Felipe VI salvo casos muy concretos que por ahora no se darán, como las posibles bodas de sus respectivos hijos. Si hay algo que nunca volverá, es la armonía familiar en el seno de la dinastía que reina en España.