El pasado viernes 12 de mayo, la Reina recibió en audiencia a una representación de participantes en la Asamblea General Anual del 'Foro Europeo de la Discapacidad' y después hizo lo propio con una representación de la Fundación de Ayuda contra la Drogadicción (FAD) y de las entidades que trabajan conjuntamente en una campaña de movilización sobre 'alcohol y menores'. Fue su último acto, y de momento no tiene nada más durante toda esta semana... así que al menos hasta el lunes 22 de mayo está libre de compromisos, lo que no quita para que tenga trabajo de despacho, ese que hay que hacer pero parece que no existe porque no se comunica ni sale en prensa.
Aunque la que debería estar nerviosa es la Infanta Sofía, sus padres también lo están, y además deberán realizar un posado familiar ante los medios, un trabajo que no agrada especialmente a Doña Letizia.
El reencuentro entre los Reyes y la Infanta Cristina
Por otro lado, la tensión familiar ha sido máxima en los últimos días a causa de la presencia de la Infanta Cristina en el funeral por la Infanta Alicia que se celebró el pasado 11 de mayo en la Capilla del Palacio Real. Si acudía a este tipo de actos cuando la sombra de la sospecha estaba sobre ella, no había motivo para que se ausentara ahora que ha sido absuelta. Además, ha sentido la pérdida de su tía, ya que se lleva muy bien con sus primos Dos Sicilias.
Cristina de Borbón se sentó en primera fila, entre la Infanta Elena y la Infanta Pilar. Cuando aparecieron los Reyes Juan Carlos y Sofía, la emérita saludó a sus hijas. Cristina de Borbón sonrió a su padre y le tiró un beso, y este se acercó para saludarla. Después llegaron los Reyes de España, produciéndose un momento muy incómodo. Mientras aparecían, las hermanas del Monarca les miraron de reojo, y de camino a su asiento, la Infanta Cristina sonrió brevemente a Felipe VI. Mientras, Doña Letizia permaneció impasible, tomó asiento y siguió adelante como si nada.