Ha habido veranos muy tristes, a menos a nivel mediático, pero parece que Casa Real por fin ha reaccionado, y ante lo vivido en los estíos anteriores y sobre todo, la tormenta desatada por el choque de Reinas en la Misa del Domingo de Pascua y otros escándalos lamentables, se planteó que la estancia de la Familia Real en Mallorca estuviera plagada de apariciones públicas.
La vergüenza se apoderó de Casa Real, que no podía permitir que el Rey Felipe contaminara su imagen al compartir plano con Juan Carlos de Borbón por mucho que fuera su padre. Digamos que la mala salud del Rey Emérito dio la excusa perfecta, que se anunció vía comunicado: "SM el Rey Don Juan Carlos no debe realizar actividades físicas intensas debido a la reagudización, por sobrecarga de apoyo, de una antigua lesión en la articulación cubitocarpiana derecha que le ha generado problemas musculares asociados en regiones cervical y lumbar derecha, que en este momento podrían verse agravados".
No habría Rey Juan Carlos, y ya de paso no habría Infanta Cristina ni tampoco estarían sus hijos, que con Iñaki Urdangarin en la cárcel se marcharon a Estados Unidos. Para la Reina Sofía, un disgusto, pero para los Reyes, todo un alivio.
Y ahora los presentes. El domingo 29 de julio se estrenaron oficialmente las vacaciones con el posado de verano de los Reyes Felipe y Letizia, la Princesa Leonor y la Infanta Sofía. Al contrario que en otros años, se cambió Marivent por el Palacio de la Almudaina, que las niñas no conocían todavía. Allí se vio a un Felipe VI muy hablador, algo poco habitual en España, donde la Familia Real solo habla en público en los discursos y momentos muy concretos. El Monarca comentó cómo estaba el Rey Emérito al haber tenido que renunciar a las regatas: "Está fastidiado porque tenía muchas ganas de venir y los médicos le han recomendado no moverse mucho. Estaba cogiendo gusto a hacer actividades y se está resintiendo".
Además, salvó a la Reina Letizia de una pregunta inocente, pero a la que la consorte no supo responder. Cuestionada sobre si no se lanzaba a practicar vela, solo acertó a decir:"Si en 15 años...", dejando claro que si en el tiempo que lleva casada con el Rey no ha regateado nunca, es que no lo va a hacer. Viendo que no sabia muy bien qué decir, Felipe VI se metió en medio y respondió: "Una cosa es navegar y otra ir en barco".
La Familia Real confirmó que estarán en Asturias el 8 de septiembre en los Actos Covadonga Centenarios 2018. Con motivo de los 1.300 años de la creación del Reino de Asturias, los 100 de la coronación de la Virgen de Covadonga, y el siglo de la creación del Parque Nacional de la Montaña de Covadonga, el primer parque nacional de España, los Reyes, la Princesa de Asturias y la Infanta Sofía visitarán Covadonga, un lugar muy especial para la Monarquía y para los asturianos y asturianas. De paso, el Rey adelantó que la Princesa Leonor no acudirá a la entrega de los Premios Princesa de Asturias 2018.
La Princesa de Asturias fue inusualmente protagonista del posado al ser preguntada por el campamento de verano al que acudió con la Infanta Sofía en Estados Unidos durante la mayor parte del mes de julio. La Princesa de Asturias contó que habían practicado tenis, baloncesto y vela, que habían conocido a muchos chicos y chicas de otros países y que se lo han pasado muy bien. Han hablado mucho en inglés, y como reveló la Infanta Sofía, que estuvo bastante callada, jugaron al ga-ga, un especie de balón prisionero. Como detalle, la Reina Letizia intentó que la Infanta Sofía bajara el brazo para no hacer sombra, pero la niña se lo apartó y puso mala cara. Tiene 11 años y no le gusta que le controlen tanto por mucho que su madre sea la Reina.
El Rey recibió a las autoridades en La Almudaina. Pasaron Francina Armengol, presidenta de las Illes Balears, Baltasar Picornell, presidente del Parlamento de las Illes Balears, Antoni Noguera, alcalde de Palma, y Miquel Ensenyat, presidente del Consell de Mallorca. Un trámite normal que acabó en lío porque el presidente del Parlament comentó que el Monarca le había transmitido que "está dispuesto a tender puentes con Catalunya, pero que hay partidos reticentes a la negociación". Luego resultó que Baltasar Picornell se había equivocado al hablar con la prensa porque se lía al hablar en castellano y que estas palabras eran suyas y no del Jefe del Estado.
Y empezaron las regatas de la Copa del Rey de Vela, y Felipe VI intentó ganar el trofeo a bordo del Aifos 500, pero ni estrenando barco. Al final se quedó con un honroso sexto puesto en su categoría. No estaba el Rey Emérito, pero a cambio, la Infanta Elena volvió a las regatas a bordo del Titia, que compitió en la misma categoría en la que lo hizo el Bribón. Fue todo un homenaje a su padre, que no pudo estar allí, pero al menos vio cómo la Duquesa de Lugo se acordaba de él. No regateó todos los días, pero cuando no lo hizo, se subió en la Somni, la embarcación que Josep Cusí presta a la Familia Real y del Rey, desde donde siguió la competición junto a su hija, Victoria de Marichalar. De Froilán no hubo ni rastro, quizás para no dar tantos titulares como el verano anterior, y tan solo trascendió que había ido al concierto que el dj Steve Aoki había ofrecido en Magaluf. También la Reina Sofía navegó en la Somni para no perder detalle de las regatas, animando al Rey desde la distancia.
¿Posado real y regatas? Hasta aquí ninguna novedad... pero entonces llegó el martes 31 de julio, y con él una salida de la Reina Letizia, sus hijas y la Reina Sofía al mercado de l'Olivar de Palma. La abuela, feliz con sus nietas, que iban agarradas lo que podían, porque la Emérita tenía tanto calor que no soltó su ventilador portátil ni un momento. Preguntaron mucho, pero compraron poco o nada, hasta que un lotero captó su atención y las dos Reinas se llevaron un décimo de Lotería Nacional cada una, el 53025, que por cierto no tocó. De allí se fueron las cuatro muy contentas y acaloradas, dejando un posado un poco forzado, pero al menos algo efectivo.
Y de repente... un concierto. El violinista libanés de origen armenio Ara Malikian ofreció un recital el 1 de agosto en el Port Adriano Music Festival, y allí aparecieron los Reyes, sus hijas, la Reina Sofía, la Infanta Elena e Irene de Grecia. ¿Lo más llamativo? La ausencia de lo hijos de la Duquesa de Lugo y el cariño de la Princesa Leonor y la Reina Sofía, siempre cogidas de la mano, algo que se ha visto ya como raro que una niña de casi 13 años vaya siempre de la mano de su abuela. El 3 de agosto tuvo lugar la recepción a las autoridades y personalidades de las Illes Balears en La Almudaina, con la presencia del Rey Felipe y la Reina Letizia, muy bronceados ellos, y de la Reina Sofía.
Visita al Náutico y cena hasta con Froilán
Al día siguiente, sorpresa en el Náutico de Palma al presentarse la Reina Letizia y sus hijas para animar a Felipe VI. El Rey las invitó a subir al Aifos 500 y les dio un beso a cada una, que al llegar a Doña Letizia parecía que ella hubiera tenido ganas de más. Esa noche se celebró la entrega de trofeos en Ses Voltes. En 6M ganó el Bribón, y aunque el armador Pedro Campos se acordó del Rey Emérito, a él le tuvo que doler haberse quedado sin regatear, y por tanto sin la victoria. Al menos el Titia de la Infanta Elena acabó segundo, por lo que Felipe VI entregó un trofeo a su hermana y se mostró muy cariñoso con ella. Un poco de amor fraternal entre los Borbón y Grecia nunca viene mal con todo lo que ha pasado.
Para terminar, o casi, hubo cena en Portitxol con la asistencia de los Reyes, sus hijas, la Reina Sofía, la Infanta Elena, Victoria de Marichalar, Irene de Grecia y ¡sorpresa!, también acudió Froilán, que salió de su escondite por una noche para dar imagen de familia bien avenida. La Infanta Sofía estaba feliz y sonriente, mientras la Princesa Leonor también, pero menos, y no se separó de su abuela, solo que en esta ocasión no iban de la mano, aunque la Reina Emérita le pasó el brazo por el hombro para que quedara claro lo mucho que se quieren.
Almuerzo con Pedro Sánchez y Begoña Gómez
Eso fue el sábado, y ya para terminar, el lunes 6 de agosto tuvo lugar el despacho de verano entre el Jefe del Estado y el Jefe del Gobierno en el Palacio de Marivent. Había mucha expectación porque era el primer entre Felipe VI y Pedro Sánchez. Además, tras la reunión, donde se trataron el estado de la economía, la crisis migratoria o Catalunya, entre otros temas, hubo rueda de prensa del presidente del Gobierno. En ella, Sánchez confirmó que tanto el Rey Felipe como la Reina Letizia estarán en los homenajes del 17 de agosto en memoria de las víctimas de los atentados de Barcelona y Cambrils.
Para cerrar la jornada oficial, los Reyes ofrecieron un almuerzo a Pedro Sánchez y su esposa, Begoña Gómez, siendo este el primer encuentro oficial entre ambas parejas. Asimismo, se recupera una tradición que rompió Mariano Rajoy, que nunca acudió a Marivent con su esposa por mucho que sus predecesores lo hubiera hecho. El gallego tenía su forma de hacer las cosas, y Sánchez tiene las suyas. Y así, se acabaron las vacaciones de la Familia Real en Mallorca, que quizás han sido todo un esfuerzo para ellos, pero al menos, ahora son recompensados con las vacaciones privadas en un lugar desconocido que tanto gustan a la Reina Letizia. Lo malo es que se suele descubrir dónde han estado, y eso ya no le gusta tanto aunque sea a posteriori.