El matrimonio se dejó ver saliendo de Vitoria, donde han pasado los 6 dÃas que el exjugador de balonmano ha tenido de libertad.
Iñaki Urdangarin ha finalizado su segundo permiso carcelario. El exjugador de balonmano fue fotografiado abandonando Vitoria conduciendo una furgoneta de alta gama. En el asiento del copiloto se encontraba la Infanta Cristina, que después de haber conducido en el viaje de ida de Madrid a la capital vasca, ha preferido que sea su marido el que llevara la furgoneta de camino a Brieva.
Al darse cuenta de que estaban siendo fotografiados, algo por otra parte bastante esperable al conocerse dónde estaban y cuándo tenÃan que marcharse, ambos se han mostrado relajados. En el caso de Cristina de Borbón, se ha dejado ver muy sonriente, mientras que Iñaki Urdangarin, que tenÃa un gesto más serio, ha saludado a la prensa congregada.AsÃ, el jueves 20 de febrero de 2020 ponÃan rumbo a Brieva para recorrer los en torno a 360 kilómetros que separan la capital alavesa del centro penitenciario. Se agotaban asà los dÃas dÃas de libertad de los que ha disfrutado Iñaki Urdangarin en el que ha sido su segundo permiso carcelario.
Asà ha sido su segundo permiso
El exjugador de balonmano salió de la cárcel el 14 de febrero de 2020. Como cada viernes, se dirigió a Hogar Don Orione en Pozuelo de Alarcón (Madrid), para realizar un voluntariado con personas con diversidad funcional. Urdangarin trabaja en el equipo de movilidad ayudando a que las personas que reciben apoyo en el centro puedan realizar gimnasia.
Al finalizar su jornada, la Infanta Cristina le esperaba para viajar a Vitoria. Esa noche ya pudieron dormir en la casa que Claire Liebaert tiene en la calle Fray Francisco de la ciudad vasca. En los dÃas siguientes visitaron el Santuario de Nuestra Señora de Oro, situado a 22 kilómetros de Vitoria-Gasteiz. También hubo tiempo para una excursión a Tudela antes de que llegara el plan para decir adiós: un almuerzo familiar.
Los Urdangarin se reunieron en el restaurante The Bost, ubicado frente al Parque de La Florida y no muy lejos de la vivienda materna. Allà comieron la Infanta Cristina e Iñaki Urdangarin, su hija Irene, Claire Liebaert y algunos hermanos y sobrinos del exjugador de balonmano, que le están apoyando en sus momentos más duros y no han dudado en pasar con él el mayor tiempo posible.