Ernesto de Hannover, el que fue marido de Carolina de Mónaco, ha vuelto a sacar su peor cara frente a los medios de comunicación, los cuales le preguntaron por su próximo juicio contra su hijo mayor. Ernesto de Hannover, de manera muy desafiante, ha amenazado a la prensa en medio de la calle. "¿Quieres que te joda?", les gritó a los reporteros.
Esta no es la primera vez que el aristócrata la lía y monta un escándalo público. El verano de 2021 en la ciudad de Madrid fue pillado en mitad de una vergonzosa discusión en una terraza de la capital, mientras tomaba unas copas de vino con unos amigos. Días después de aquel suceso, en el aeropuerto, se enfrentó de nuevo a los periodistas con insultos y gritos.
Semanas antes de los sucesos en Madrid, el aristócrata había abandonado el centro de desintoxicación Vivamayr, el mismo en el que han estado ingresado famosos como Kate Moss, los Rolling Stone, Suki Waterhouse, Rebel Wilson entre otros. Este centro está situado en un hotel de lujo en Altaussee (Austria) y su estancia cuesta 5.000 euros la semana. Su ingreso no fue voluntario, un tribunal austríaco lo había condenado a 10 meses de prisión en régimen de libertad incondicional, en los que debía seguir estrictamente el plan de desintoxicación.
Ernesto de Hannover vive en Madrid desde que inició su relación con Claudia Stilianopoulos, la hija de la fallecida Pitita Ridruejo. Con su estancia en Madrid, Ernesto disfruta más de su hijo, Christian de Hannover, con quien es normal verle por la capital almorzando o pasando las tardes en el parque con su nuera Sassa de Osma, y sus nietos. Sin embargo, no goza de una buena relación con su hijo mayor, a quien verá en los tribunales tras reclamar la devolución de los castillos de Marienburg, Calenberg y Herrenhause.
Su discusión con Claudia Stilianopoulos
En pleno barrio de Salamanca, Madrid, en el mes de noviembre de 2021, Ernesto de Hannover protagonizó una pelea con su pareja, en la que según los testigos pasó lo siguiente: "El príncipe empezó a mostrarse cada vez más nervioso y efusivo, y a elevar el tono de voz hasta acabar gritando". Debido a que no estaba de acuerdo con la opinión de su pareja, llegando incluso a propinarle un fuerte empujón echándola del lugar.