Entre los presentes al conocido como 'D-Day' estaban también la Primera Ministra Theresa May, la Canciller de Alemania Angela Merkel, el Presidente de Francia Emmanuel Macron, y el Presidente de Grecia Prokopis Pavlopoulos. Una histórica reunión de líderes mundiales que a pesar de sus diferencias se han congregado en un imponente acto que contó con un despliegue militar terrestre y aéreo. Entre lágrimas y aplausos, la Reina Isabel leyó un discurso apelando a "la generación de tiempos de guerra, mi generación" que demostró "su heroísmo, coraje y sacrificio, por el que nunca serán olvidados". Cuando la Royal Force francesa pintó el cielo con los colores azul, blanco y rojo, el Príncipe de Gales no pudo evitar las lágrimas. Su emoción alcanzó el auge cuando después de la ceremonia recibió junto la Monarca y Donald Trump a seis de los excombatientes.
La despedida de la Reina Isabel II y Donald Trump
"Una mujer verdaderamente increíble", así describía el millonario a la Monarca más longeva de las monarquías europeas. Su Visita ha estado marcada por gran polémica, especialmente por la manifestación multitudinaria celebrada en su contra en las calles londinenses, a pesar de ello el Presidente ha cumplido con el protocolo y demostrado gran sintonía con la Familia Real Británica. En su primera noche, Trump brindaba con Su Majestad durante una cena de gala en el Palacio de Buckingham y al día siguiente en la embajada de Estados Unidos con Carlos de Inglaterra, mientras que en el 'Día-D' se despedía con gratitud: "Ha sido un gran honor estar con usted", dijo Donald Trump a Isabel II, mientras que ella le deseó que volviera pronto.
Ahora ha volado junto a la Primera Dama y su familia al país vecino, Irlanda, donde han sido recibidos en el aeropuerto de Shannon por el Jefe de Gobierno Leo Varadkar y cientos de ciudadanos que se manifestaban en su contra. Los Trump pasarán dos noches en este país, durmiendo en el Resort Co Clare de su propiedad.