El primogénito de la Infanta Cristina e Iñaki Urdangarin apenas sonríe en público pese a los esfuerzos de la Reina Sofía por que se abra.
Juan Urdangarin ha mantenido un perfil bajo desde que estalló el Caso Nóos. Salvo durante las vacaciones en Mallorca con la Reina Sofía y sus primos Marichalar o contadas ocasiones más, como cuando visitó al Rey Juan Carlos en el hospital en noviembre de 2012, no ha querido prodigarse mucho.
Lo ha pasado muy mal en este tiempo, y su carácter tímido e introvertido se ha agudizado más por todo lo que le ha tocado vivir desde 2011, y por eso sorprendió verle en público junto a la Reina Sofía e Irene de Grecia el pasado 2 de enero en el Teatro Real de Madrid.Los tres royals disfrutaron del concierto de Año Nuevo que ofreció la Orquesta de Instrumentos Reciclados de Cateura, que apoyados por Ecoembes, subieron al escenario para interpretar, entre otras piezas, una versión de la Marcha Radiezky. Allí, además, vieron a Melendi, que actuó por sorpresa por esta buena causa.
La seriedad de Juan Urdangarin en público
Hasta aquí, todo lo que ya se sabía, pero Pilar Eyre ofrece más detalles sobre cómo vivió el primogénito de la Infanta Cristina e Iñaki Urdangarin este concierto solidario. A la salida todo el mundo pudo ver que estaba incómodo y que se mostraba muy serio, aunque lo llamativo es que dentro, sin cámaras disparando sus flashes sin parar, estaba realmente interesado por el concierto y la obra de la Orquesta de Instrumentos Reciclados de Cateura, pero no sonrió ni una sola vez.
Quizás en su día a día en Reino Unido, o cuando nadie le ve en Ginebra, en Vitoria o en La Zarzuela, y arropado por el cariño de sus familiares y amigos, Juan Urdangarin se sienta más relajado y feliz.