La Princesa Mako fue despedida por sus padres, el Príncipe Akishino y la Princesa Kiko, y por su hermana Kako. Consciente de que había llegado el momento de decir adiós a su hermana y seguramente también apoyo, amiga y confidente en todo este tiempo tan complicado, Mako y Kako dejaron el protocolo a un lado y se fundieron en un sincero y emotivo abrazo. Si alguien es consciente del enorme dolor que ha soportado la Princesa Mako hasta que ha logrado casarse con Kei Komuro, esa es la Princesa Kako, que además es consciente de que su destino sea probablemente parecido al de su hermana, aunque espera que con menos problemas.
Una rueda de prensa y una nueva vida
No hubo esas sonrisas y esas miradas de amor que protagonizaron su presentación como prometidos cuando anunciaron su compromiso en 2017. Si bien Mako Komuro, nombre que ha recibido tras casarse y perder su estatus, título, tratamiento, joyas y fortuna, se mostró algo más sonriente, Kei Komuro estaba más serio. En la rueda de prensa, donde distribuyeron la respuesta a cinco preguntas, ofrecieron unas palabras en las que agradecieron el apoyo del que se lo ha dado y lamentaron no contar con el respaldo de otros. Además, el abogado dejó claro que amaba a su esposa y que quería pasar su vida con la persona que quiere, con Mako.
Una vez cumplido este trámite, el matrimonio Komuro se ha trasladado a una vivienda de Tokyo a la espera de poder instalarse en Estados Unidos, donde Kei Komuro desarrolla su carrera como abogado. A Mako Komuro, que tiene que pedir el pasaporte antes de mudarse, le toca volver a empezar en un país lejano y sin su familia, pero al menos con una libertad de la que antes no gozaba y acompañada del hombre al que ama.
Las mujeres de la Familia Imperial que se casan con ciudadanos sin linaje noble o real son obligadas a abandonar su posición y desaparecen de la vida pública. Se les da una dote a modo de compensación, algo a lo que la Princesa Mako también renunció, así como a las ceremonias tradicionales que acompañan los enlaces reales. Todo ha sido debido a una disputa económica entre la madre de Kei Komuro y su expareja que parece que logró solucionarse, o al menos lo bastante para permitir un enlace que ha tardado demasiado tiempo en llegar. Sin embargo, la pareja se ha enfrentado a un sinfín de críticas, tantas que incluso ha habido protestas antes del enlace para intentar, sin éxito, que no se celebre.