El 17 de febrero se cumplirá un año desde que se conoció la sentencia del Caso Nóos. A menos de dos semanas de este aniversario, se ha conocido por fin cuándo se producirá el fallo del Supremo ante el recurso presentado en las condenas. Como señala EP citando fuentes jurídicas, será el 21 de marzo cuando la Sala de lo Penal del Tribunal Supremo celebrará una vista pública en la que la Fiscalía y las defensas de quienes han recurrido presentarán sus respectivos argumentos.
Mario Pascual Vives, abogado de Iñaki Urdangarin, debería estar presente ese día para pelear por la absolución de su cliente. La defensa del marido de la Infanta Cristina solicita que se anule la condena de seis años y tres meses que le impuso la Audiencia Provincial de Palma de Mallorca.
Iñaki Urdangarin recurrió la pena y aseguró en un escrito que tan solo un "amigable componedor", un mediador sin conocimientos en Derecho Administrativo que tenía contactos deportivos e institucionales. No lo tendrá fácil, ya que la Fiscalía exige que la pena suba hasta los 10 años.
Esperando desde Ginebra
El que fuera presidente del Instituto Nóos fue condenado a seis años y tres meses de cárcel, más una multa de 512.000 euros y 7 años de inhabilitación al ser declarado culpable de malversación, tráfico de influencias, prevaricación y falsedad documental, fraude a la administración, dos delitos fiscales y estafa. La sentencia fue benévola en comparación con lo que reclamaba la Fiscalía, que pedía para él 19 años y medio de prisión. El tribunal que le juzgó le impuso menos pena porque no le encontró culpable de los delitos de blanqueo y de estafa, además de restarle algunas acusaciones de falsedad documental, prevaricación, tráfico de influencias, malversación y fraude.
Tras la celebración de una vistilla de medidas cautelares, el Tribunal aceptó que Iñaki Urdangarin no solo no entrara en la cárcel de forma provisional, sino que pudiera seguir residiendo en Suiza con su familia, aunque tiene obligación de comparecer el día 1 de cada mes (o día siguiente hábil, en caso de ser festivo) ante el juzgado más cercano a su residencia. Desde entonces, el que fuera Duque de Palma hasta que Felipe VI retiró el título a la Infanta Cristina el 12 de junio de 2015, vive en Ginebra a la espera de la vista en la que el Supremo decidirá si entra en prisión.