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El Rey Juan Carlos ha tenido una vida larga y muy singular, tanto para bien, como para mal. En su existencia ha tenido que enfrentarse a tragedias, pero sin lugar a dudas, la peor de todas sucedió el Jueves Santo de 1956. Ese 29 de marzo de 1956, Juan Carlos de Borbón se encontraba en Estoril pasando las vacaciones de Semana Santa con sus padres y sus hermanos.
El Rey Juan Carlos y el Infante Alfonso en 1951El Conde de Barcelona y su hijo Juan Carlos acompañaron a un torneo de golf que disputaba el Infante Alfonso, el pequeño de la familia. Tras la victoria en las semifinales, volvieron a su casa, a Villa Giralda, sin saber que la desgracia se iba a cebar con la Familia Real Española.
A las 20:30 horas se avisó el doctor Joaquín Abreu Loureiro para que atendiera al Infante Alfonsito. Lamentablemente, solo pudo certificar su muerte debido a una herida de bala en la cabeza. Alfonso de Borbón y Borbón-Dos Sicilias tenía 14 años.
El Conde de Barcelona, el Rey Juan Carlos y Víctor Manuel de Saboya en el funeral del Infante Alfonso | Foto: NetflixSu trágica muerte ha estado siempre rodeada de misterio y se han dado varias versiones. Lo único que parece claro es que el Rey Juan Carlos apretó el gatillo de la pistola con la que jugaban los dos hermanos y que pensaba que estaba descargada. Fue un desgraciado accidente. En esa habitación solo estaban los dos, por lo que solo Juan Carlos de Borbón sabe realmente lo que ocurrió aquella tarde de marzo de 1956.
Por eso no se entiende lo que hizo y dijo Víctor Manuel de Saboya, en su momento amigo del Rey Juan Carlos y del que acabó distanciado. 7 meses antes de su muerte, acaecida en Suiza el 3 de febrero de 2024 a los 86 año, el hijo del último Rey de Italia acaparó titulares por el estreno de 'El Príncipe que nunca reinó', documental de Beatrice Borromeo para Netflix centrado en la muerte del joven Dirk Hamer a manos de Víctor Manuel de Saboya en la noche del 18 de agosto de 1978 en la isla de Cavallo, Córcega.
El Rey Juan Carlos, Federica de Grecia, Vittorio Emanuele de Saboya, Beatriz de Holanda y Constantino de Grecia en el Crucero Agamenon en 1954El documental contó con el testimonio del propio Vittorio Emanuele, que no dudó en confesar que volvería a hacer lo mismo salvo en el episodio de Cavallo: " No me arrepiento de nada. Lo volvería a hacer todo. No, menos lo de Cavallo. Aparte de eso, mi vida ha sido perfecta. Me habría costado hacer otra cosa. ¿Qué debería haber hecho?".
'El Príncipe que nunca reinó' finalizó con unas sorprendentes declaraciones del que pudo haber ocupado del pretendiente sobre la muerte del Infante Alfonso, unas palabras pronunciadas al final de su entrevista y que fueron añadidas para cerrar el documental: "Tengo muchas cosas que contar, pero no puedo contarlas. Cosas sobre Juan Carlos. Era un poco maleducado conmigo y con mi mujer cuando teníamos desencuentros. Y no sé por qué porque siempre fuimos muy amables. Y lo sabía".
Víctor Manuel de Saboya en Villa Pallavicino"¡Yo estuve allí! Estábamos en el exilio y solíamos dispararles a tarros y botellas en los playa de Cascais. Juanito la armó gorda. Disparó a su hermano y lo mató. Se llamaba Alfonsito. No le disparó directamente, sino a través del armario. Estuve allí. Fue un accidente. Al 100%. Escondí mi arma inmediatamente. Si no, me habrían vuelto a culpar. Después de eso lo llamó Franco. Envió a su embajador, que dijo: 'Juanito, vente inmediatamente conmigo a España'. Franco dijo: 'Lo convertiré en rey'.
¿Venganza por lo que pasó en la boda de Felipe y Letizia?
Vittorio Emanuele mintió. No estuvo allí, y no pudo saber lo que ocurrió. Sus palabras causarían un gran dolor al Rey Juan Carlos, que nunca se ha perdonado por lo que ocurrió y jamás ha dejado de echar de menos a su hermano pequeño. Quizás se debió a una venganza precisamente por lo que contó el Saboya antes de soltar la bomba, refiriéndose probablemente al escándalo montado entre los dos pretendientes al trono de Italia en la boda de los Reyes Felipe y Letizia el 22 de mayo de 2004.
La Familia Real Italiana en la cena de gala previa a la boda del Príncipe Felipe y Letizia OrtizLa Familia Real Española no quiso problemas e invitó a los dos pretendientes al trono de Italia, es decir, a los primos Víctor Manuel de Saboya y Amadeo de Saboya, a los que sentó lejos en La Almudena y en el Palacio Real. Los actos nupciales terminaron con una cena en La Zarzuela a la que acudieron ambos y donde era difícil no verse.
Se llevaban mal, pero parecía que habían guardado la compostura, por lo que al marcharse, Amadeo de Aosta, tocó el hombro a su primo y se despidió de él. Saboya, que al parecer estaba bebido, se enfadó, insultó a Aosta y le dio dos puñetazos. Ana María de Grecia ayudó al agredido, que prefirió dejarlo estar.
Amadeo de AostaOlghina di Robilant, invitada a la cena, lo contó a La Repubblica, añadiendo que al enterarse de lo sucedido, el Rey Juan Carlos se acercó muy enfadado a Vittorio Emanuele y dijo: " Nunca más ". Estas palabras no debieron sentar bien al hijo del último Rey de Italia a tenor de lo que dijo en el documental dirigido por Beatrice Borromeo.
