La periodista Pilar Eyre desvelaba en una crónica para la revista 'Lecturas' que "sabiendo que la Reina Emérita aborrece a la Baronesa Thyssen, la Infanta Pilar hizo el feo de no invitarla a su fiesta de cumpleaños". Una afirmación que puso de manifiesto lo que hasta entonces había sido 'vox populi' y que sirvió para hacer balance de la relación entre la Baronesa y la Familia Real Española. Una relación marcada por los intereses mutuos, el lujo y las envidias.
Don Juan: el gran benefactor del matrimonio Thyssen
Todo comenzó en los años 60, cuando el Barón Thyssen - que todavía no había conocido siquiera a Tita - comenzó a frecuentar a Don Juan de Borbón en St. Moritz. Este enclave de lujo era por aquel entonces el principal punto de encuentro de la aristocracia europea y por allí se dejaban ver príncipes, reyes y nobles procedentes de todo el continente.
La Familia Real residía en Estoril, donde habitaba Vila Giralda, que precisamente fue donde la recién coronada como Miss España '61 vio por primera vez al Conde de Barcelona. Tal y como reveló hace unos años el periodista Luis María Ansón, Carmen Cervera hizo el particular "peregrinaje" a Estoril que todo aquel que pretendía ser alguien en España debía hacer con vistas a un hipotético advenimiento de la Monarquía que Don Juan representaba.
A raíz del matrimonio entre la española y el Barón Thyssen en 1985, la relación de ambos con Don Juan se intensificó hasta el punto de que era frecuente verles juntos en fiestas y jornadas navales en Marbella e incluso en Jamaica, donde el matrimonio Thyssen tenía una residencia que el Conde de Barcelona visitó en más de una ocasión.
Luis Gómez-Acebo: el hombre que consiguió traer a España la Colección Thyssen
Curiosamente, Don Juan no acudió al enlace matrimonial de los Barones Thyssen. Pero aquel 16 de agosto de 1985 sí había una persona representando a la Familia Real Española y ejerciendo de testigo. Se trataba de Luis Gómez-Acebo, marido de la Infanta Pilar y por lo tanto cuñado del Rey Juan Carlos.
El Duque de Badajoz entabló una relación de amistad con Heini Thyssen todavía más intensa que la de su suegro (que fue quien los presentó), llegando a ser el padrino de bautismo de Borja Thyssen. Esta relación sobrepasaba lo puramente afectivo y se hacía extensiva también al ámbito empresarial, ya que ambos fueron socios en diversas sociedades. Además, el cuñado del Rey sentía especial predilección por el mundo del arte y rápidamente se dio cuenta de que la Colección Thyssen debería establecerse en España.
De este modo Luis Gómez-Acebo tomó una parte más que activa en las negociaciones que se iniciaron con el Gobierno de España para la adquisición de dicha colección. Un proceso en el que también intervino de manera directa el propio Rey Juan Carlos, quien según Ansón "tiene muy buena opinión de Tita y siempre habla muy bien de ella". De hecho, fue el propio Monarca quien sugirió el madrileño Palacio de Villahermosa como emplazamiento del futuro museo.
Este círculo de amistades 'reales' hizo que el matrimonio Thyssen fuese recibido con los brazos abiertos por la alta sociedad española, anteriormente reticente hacia Carmen Cervera debido a su turbio pasado. Aún así, la propia Infanta Pilar llegó a hacer unas curiosas declaraciones en las que se puede apreciar cierta ironía: "Mis antepasados pagaron por todo lo que está en el Museo del Prado. Pero hoy en día hay muchas personas bastante más ricas que el Rey y que pueden darse el gusto de ser mecenas de las artes".
El principio del fin: una amistad que no cuaja
Las negociaciones del marido de Doña Pilar llegaron a buen puerto y el Museo Thyssen-Bornemisza abrió sus puertas en Madrid el 8 de octubre de 1992. Un día que se suponía de celebración pero que se vio empañado por el fallecimiento de Luis Gómez-Acebo un año antes. Aún así, su figura estuvo muy presente en una fecha tan señalada y de hecho al día siguiente los Thyssen organizaron una cena en el Hotel Palace para homenajear a la Infanta Pilar.
La muerte del Duque de Badajoz no afectó a las relaciones entre los Thyssen y la familia Gómez-Acebo, para quienes el apoyo de la millonaria pareja fue muy beneficioso. Pasado el tiempo, esa relación todavía perdura y se hace visible por ambas partes: la Infanta Pilar es patrona del museo y por su parte la Baronesa fue invitada a la boda de todos sus hijos.
La relación que sí cambió fue la que Tita y su marido mantenían con los Reyes de España. El cuñado del Rey Juan Carlos había sido quien propició su acercamiento, pero en el momento en el que él faltó, ya no había nada que los uniese. A pesar de su afición mutua por el mundo del arte, Doña Sofía y Carmen Cervera tenían poco o nada más en común, de ahí que las afirmaciones de Pilar Eyre acerca de su mala relación cobren cierta verosimilitud.
Precisamente la periodista catalana sostiene que la Baronesa llegó a pedir consejo de manera directa al Duque de Badajoz para poder acercarse a los Reyes. Él le propuso que les regalase algo por Navidad y así lo hizo. Pasado el tiempo, coincidiendo en un acto, Tita preguntó a Doña Sofía si le había gustado el regalo y ésta le dijo que sí, pero en realidad no sabía nada de dicho regalo. En cuanto llegó a La Zarzuela pidió explicaciones y fue cuando se enteró de que el obsequio había sido simplemente un libro de arte que había sido llevado directamente a la biblioteca.
Hay quien apunta además que es la Reina Sofía quien ha impedido que a lo largo de estos años Carmen Cervera recibiese algún título nobiliario (algo que muchos reclaman por su indudable aportación al mundo del arte en España). Aún así, Don Juan Carlos - que como ya se ha dicho antes sí siente especial simpatía hacia Tita - sí la nombró Dama de la Orden de Isabel la Católica en 1988 y en 1999 él mismo le entregó la Medalla de Oro de las Bellas Artes.
Tras la abdicación del Rey Juan Carlos y la proclamación de Felipe VI las cosas no han mejorado demasiado. Es más, podría decirse que la relación pasa por sus peores momentos, ya que tanto el Rey Felipe como Doña Letizia son muy exigentes con su círculo de amistad y la Baronesa Thyssen no da el perfil de persona afín a esa "Monarquía renovada para un tiempo nuevo" que inauguraba el Monarca.
Solamente se les ha visto juntos públicamente en dos ocasiones: en 2006, cuando los todavía Príncipes de Asturias acudieron al Museo Thyssen a inaugurar la exposición 'De Cranach a Monet' y en febrero de 2017, cuando hicieron lo mismo con la exposición 'Obras maestras de Budapest' coincidiendo con el 25 aniversario de la pinacoteca. Curiosamente este último encuentro se producía en la misma fecha y hora en la que se publicó la sentencia a Iñaki Urdangarin por el Caso Noós, por lo que la Baronesa Thyssen afirmó que se trataba de un día "triste" para los Reyes. Probablemente su tristeza sea mayor viendo cómo su esfuerzo no ha valido la pena y sigue estando distanciada de la Familia Real Española.