La dictadora María Teresa
A través de Lëtzebuerger Land y Le Quotidien se ha conocido la existencia de este informe que podría romper el tabú existente hacia la Familia Ducal. Por respeto a la Institución y al Gran Duque se han guardado secretos que dejan en mal lugar a su consorte y que ya han salido a la luz.
La Gran Duquesa María Teresa tiene un carácter autoritario y caprichoso. Se comporta como una dictadora y ha logrado acabar con un buen número de su personal, cansado de soportar a una tirada como jefa, que además es muy poderosa. El problema no es solo una cuestión de imagen, sino de dinero. La constante renovación de personal acarrea unos gastos enormes, ya que a los sueldos hay que sumar unas compensaciones altas para que no hablen de lo que han visto y han sufrido en Palacio.
A pesar de que cuenta con el Palacio Ducal para trabajar y el Castillo de Berg para vivir, la Gran Duquesa viviría la mayor parte del tiempo en París. Hasta allí hace ir a su personal para reuniones y otros asuntos, lo que genera más gastos y enfada a sus trabajadores, que no entienden la necesidad de tener que viajar a la capital de Francia.
Aunque es la consorte y no la Jefa del Estado, la Gran Duquesa hace lo que quiera, como quiere, cuando quiere y con quien quiere. Nadie se atreve o ponerle en su sitio salvo el Primer Ministro, que cansado de sus desmanes, quiere poner fin a la actitud de una persona que puede poner en riesgo la Monarquía en Luxemburgo.