La boda del Príncipe Harry y Meghan Markle ha reunido a 600 personas, además de 2.640 invitados procedentes de la sociedad civil a los que la pareja ha querido tener en su enlace y que podrán estar en los terrenos del Castillo de Windsor para ver de cerca el gran acontecimiento. Entre esas 600 personas se encuentra la Familia Real Británica al completo, los Spencer, parientes maternos del contrayente, así como amigos de los novios. De la familia de la novia solo va a asistir su madre, Doria Ragland, progenitora, amiga, apoyo y confidente, que vive uno de los momentos más felices de su vida al ver a su hija casada con el hombre al que ama.
Más allá de las comentadas ausencias de los medios hermanos y sobrinos de Meghan Markle, con los que no solo no se habla, sino que se han dedicado a echar pestes de ella en los medios de comunicación para sacar dinero, hay dos personas que no han podido estar presentes, aunque por motivos más que justificados.
El más importante es Thomas Markle. El padre de Meghan Markle vive retirado en Rosario (México) y apenas ve a su hija, pero sí mantienen contacto y se quieren mucho. Él iba a ser quien llevara a Meghan Markle al altar de la capilla de St George de Windsor Castle, pero no ha podido ser.
Thomas Markle, padre de Meghan MarkleA pocos días de la ceremonia, Thomas Markle se vio envuelto en un escándalo al descubrirse que había pactado con un paparazzi realizar un posado robado en el que se le veía probándose un traje, leer una revista de Reino Unido y ver en el ordenador de un cibercafé fotos de su hija y su yerno. Esas fotos pagadas provocaron un quebradero de cabeza a la Familia Real Británica y una gran vergüenza para Thomas Markle, tanto que no iba a ir a la ceremonia.
Más allá de eso, Meghan Markle quería que estuviera en su boda y que la llevara al altar, pero el hombre sufrió un infarto y tuvo que ser ingresado y operado. Tan grave ha sido todo que Meghan Markle se vio obligada a enviar un comunicado en el que anunciaba que su progenitor no podría estar en su boda y que se preocupaba por él como había hecho siempre. Todo esto a solo dos días del enlace. Un día antes llegó otro comunicado para confirmar que el Príncipe Carlos había aceptado gustosamente llevar a su nuera al altar.
El Príncipe Luis, demasiado pequeño para acudir
Por otro lado hay otra ausencia muy importante, pero totalmente justificada. Se trata del sobrino del novio, el Príncipe Luis. El tercer hijo de los Duques de Cambridge nació el 23 de abril de 2018, por lo que en la boda no tenía ni un mes. Debido a su corta edad, sus padres decidieron con acierto que no era responsable que un bebé tan pequeño estuviera presente en el enlace.
Quienes sí cuentan con participación son los otros dos sobrinos del Príncipe Harry. El Príncipe Jorge y la Princesa Carlota fueron seleccionados como paje y dama de honor de la boda junto a otros ahijados e hijos de amigos de los contrayentes. A ello se suma el rol de padrino del Príncipe Guillermo, un honor que Enrique de Gales quiso reservar a su querido hermano.
