Envuelto en la polémica y convaleciente de su reciente infarto (razón por la que decidió no acudir finalmente a la boda), Thomas Markle vivió el gran evento desde su casa, a través de la televisión y a casi 9.000 kilómetros de Londres. La distancia no impidió que viviese la emoción del momento, ya que tal y como él mismo ha confesado a TMZ: "La ceremonia fue preciosa e histórica. Siempre me arrepentiré de no haber estado allí llevando el brazo de mi hija".
Duro ataque hacia sus hijos
El padre de la nueva Duquesa de Sussex ha revelado además que se mensajeó con su hija el día de la boda y que le hizo saber cuánto la quería. Sin embargo, todavía no ha hecho entrega de su regalo de bodas a la pareja debido a sus problemas de salud, aunque "espera hacerlo pronto". Pese a todo les desea todo lo mejor: "Ahora espero que disfruten de su luna de miel, que descansen y se relajen".
Thomas Markle también ha aprovechado la ocasión para intentar poner un poco de calma en la conflictiva situación familiar y lanza un contundente mensaje: "Quiero que todos mis hijos y familiares se callen y dejen de comentarlo todo". Sin duda, un duro ataque dirigido hacia los dos hermanastros de Meghan Markle.