Thomas Markle aseguraba hace tan solo unos meses que no dejaría de dar titulares ni aparecer en los diferentes medios de comunicación hasta que consiguiera comunicarse con su hija o bien obtener algún tipo de respuesta por parte de la Familia Real Británica. De manera que, cumpliendo con su amenaza, el padre de Meghan Markle ha reaparecido para revelar nuevos detalles sobre esta controvertida relación.
Así lo ha hecho en Daily Mail, donde ha desvelado el contenido de algunas de las conversaciones que mantuvo con el Príncipe Harry tras conocerse el romance entre su hija y el nieto de la Reina Isabel: "Harry me dijo que nunca debía hablar con la presa. Que aquello acabaría en lágrimas y me dijo: 'Te comerán vivo'. Y estaba en lo cierto ", ha contado Markle asegurando que esta será su última entrevista definitivamente, algo que ya hiciera meses atrás y que por el momento no ha cumplido.
Ahora bien, lejos de hacer caso al que iba a convertirse en su yerno, Thomas Markle decidió formar parte de un montaje fotográfico con la prensa que provocó el enfado de Harry de Inglaterra, al que ahora Markle confiesa haber mentido tras asegurarle que él no había participado en el mismo.
"Si me hubieras escuchado esto no habría pasado", con estas palabras dice el padre de la Duquesa de Sussex que Harry de Inglaterra se dirigió a él tras la polémica. Sin embargo, aquí no quedó la cosa ya que, tras el razonable enfado de su yerno, Markle ha explicado que le dijo: "Quizás sería mejor para vosotros si yo estuviera muerto porque entonces podríais fingir estar tristes". Unas sorprendentes palabras tras las cuales él asegura colgó el teléfono al Duque de Sussex.
El montaje de la discordia
Días antes de la boda entre Meghan Markle y el Príncipe Harry, el padre de la novia fue fotografiado probándose un traje para el enlace y ojeando algunas revistas que recogían detalles del que se prometía como un gran día para la familia. Sin embargo, poco tiempo después se supo que todo había sido un montaje con el que él se habría embolsado menos de 100.000 libras. Esta decisión, de la que ahora Markle se arrepiente, supuso el principio del fin para una relación de la que el progenitor ha revelado era buena y cordial.