Ceremonia sencilla a la espera de tiempos mejores
Su vestido de novia era blanco con escote en pico, con cinturón negro y falda de volantes, un modelo premamá con el que estaba radiante. En ese momento se vio a uno de sus hijos, el Príncipe Noah, que ejerció de padrino junto al Príncipe Gabriel. Por su parte, la hija de Frank Floessel fue la dama de honor.
La ceremonia fue sencilla debido a la pandemia. Ya había explicado que la celebración nupcial contaría con la presencia de familiares y amigos cercanos, dejando para más adelante los festejos por todo lo alto cuando puedan invitar a todas las personas con las que les gustaría celebrar su matrimonio. Y así será cuando la situación sanitaria haya mejorado y pueda organizar con Frank Floessel la boda que a ambos les hubiera gustado.
Una vez convertidos en marido y mujer salieron al exterior y recibieron las felicitaciones de los invitados, así como los pétalos de rosa que les arrojaron como símbolo de su recién estrenado matrimonio. Posteriormente se reunieron en un almuerzo con vistas al lago con el que celebraron que ya son marido y mujer. Cuando llegue el momento de celebrar su boda a lo grande, ya les acompañará su primer hijo en común.