HIJA DE UN INFANTE

Así es la Princesa Tessa de Baviera: la prima más elegante y desconocida del Rey Juan Carlos

Ahora apenas mantienen relación, pero hubo un tiempo en el que los Baviera y los Borbón estuvieron muy unidos y en más de una ocasión se tuvieron que salvar unos a otros.

Juan Salgado 12 Noviembre 2018 en Bekia

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Hace tiempo ya que la mujer que antaño llenabas páginas y páginas del papel couché ya no está presente en casi ningún acto social. Su gran amiga Isabel Preysler sí ha conseguido mantener intacta su fama, pero en el caso de María Teresa 'Tessa' de Baviera y Messía ni su título de Princesa ni sus habilidades como diseñadora o relaciones públicas parecen ya no interesar a nadie. Aún así, hay algo que la filipina nunca tendrá y ella sí: sangre azul.

Una familia alemana muy vinculada a España

En efecto, por una parte es prima lejana del Rey Juan Carlos y por otra descendiente de la mismísima Emperatriz Sissi de Austria. Unos orígenes familiares que se remontan hasta el siglo XII, año en el que la Dinastía Wittelsbach asumió la jefatura de la Casa Real de Baviera y que durante siglos gobernaría este territorio del sur de Alemania hasta la Primera Guerra Mundial.

En lo que al vínculo con la Familia Real Española se refiere, habría que esperar hasta finales del siglo XIX, cuando el Príncipe Luis Fernando de Baviera contrajo matrimonio con la Infanta María de la Paz Borbón, hermana del Rey Alfonso XII. No obstante, ya en la época de los Hasburgo había habido varios matrimonios entre ambas familias. Pero en lo que a Tessa se refiere, este último sería el inicio de su nexo con la realeza española.

A este matrimonio le seguiría posteriormente el del Príncipe Fernando de Baviera con la Infanta María Teresa de Borbón (hermana de Alfonso XIII) en 1906. El segundo hijo nacido de este matrimonio era el padre de Tessa, que gozó por expreso deseo del Rey de la distinción de "Infante de Gracia de España". Un título que no se haría extensivo a sus hijos, que únicamente podrían ser considerados Grandes de España pero sí podían seguir ostentando el título de Príncipes derivado de la Casa Real de Baviera. Es por ello por lo que Tessa de Baviera sí es Princesa pero está excluida de la línea de sucesión al trono de ambos países.

Su relación con los Condes de Barcelona y Don Juan Carlos

Don Juan de Borbón y su primo el Infante José Eugenio llegarían a estar muy unidos, pero más todavía sus respectivas esposas: Marisol de Messía y Lesseps, aparte de prima política de la Condesa de Barcelona era además una de sus mejores amigas y confidentes. Fueron muchas las veces durante el largo exilio de los padres del Rey Juan Carlos que Doña María de las Mercedes se refugió en el hogar de los Baviera en la Costa Azul en busca de consuelo ante las infidelidades de su marido y la tristeza que le produjo la muerte de su hijo pequeño.

Un hogar también frecuentado por la Reina Victoria Eugenia y los Príncipes de Mónaco. De hecho, Tessa de Baviera fue la única española que acudió a la boda del Príncipe Rainiero y Grace Kelly en 1956. Años más tarde, esa amistad con los Grimaldi se haría extensiva a su marido, que llegó a ser Cónsul de Mónaco en España. Además, durante las escasas visitas que Grace Kelly realizó a España, siempre se hospedó en casa de Tessa.

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El caso es que, tras la negativa del Marqués de Villaverde a aceptar la relación de su hija con el jinete Jaime Rivera, la "nietísima" decidió buscar un pretendiente digno del estatus que su familia creía tener y lo encontró en el Príncipe Fernando de Baviera, ya casado y con hijos. En cuanto el general Franco tuvo conocimiento de esto, llamó a Don Juan Carlos para que obligara a su primo a romper con su nieta. Es de imaginar el bochorno que el Príncipe de España habría sentido al tener que mediar en tan peliaguda situación.

Por si esto fuera poco, tras el divorcio de Tessa de Baviera y Alfonso Márquez en 1981, la aristócrata decidió buscarse la vida primero como relaciones públicas de marcas, luego como entrevistadora para la revista 'Semana' y finalmente creando su propia firma de moda y convirtiéndose en diseñadora de accesorios y perfumes. Ella argumentaba que tenía trabajar porque "no tenía un duro", pero ya es sabido lo mal que casa la sobrexposición mediática con la discreción que se le presupone a los miembros de la realeza.

La presunta implicación (luego descartada) de Tessa de Baviera en una trama de evasión de capitales en 1985 ya fue la gota que colmó el vaso y las relaciones con la Familia Real quedaron si no rotas, sí muy maltrechas. Aún así, la Princesa fue invitada en 2004 a la boda de los Reyes Felipe y Letizia y cuando en 2014 murió una de sus hermanas, contó con el consuelo de tres Infantas de España: Doña Elena, Doña Pilar y Doña Margarita. Al fin y al cabo la familia es la familia y ¿se le perdona todo?

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