En 1998, el profesor y escritor Alonso Guerrero se casó con Letizia Ortiz, en una ceremonia íntima en la localidad de Almendralejo. Duraron un año, y en 2003 se hizo oficial el compromiso de Don Felipe y Doña Letizia. Esto sitúo a Guerrero en el foco mediático, del que siempre ha intentado mantenerse alejado, hasta que publicó su novela 'El amor de Penny Robinson', en el que en clave de ficción relata parte de su relación con la actual Reina. Un hombre que ha querido celebrar su siguiente boda también en la intimidad y de forma disimulada.
Alonso Guerrero hablando durante la presentación de su libroAlonso Guerrero se ha dado el 'sí, quiero' con María Dolores Corral, su amiga de la infancia, en una ceremonia civil el 30 de marzo en el Ayuntamiento de Badajoz. Han escogido este lugar por ser la tierra natal de ambos y donde se conocieron, estudiaron juntos en el colegio y ahora los dos son profesores, Guerrero da clases de Literatura y su mujer es Jefa de Estudios de Educación Secundaria en un instituto de Madrid.
Una boda que no pasó desapercibida
La ceremonia ha congregado a amigos allegados y familiares, 25 según estimaciones, en torno a las siete de la tarde. María Dolores Corral lucía un vestido en color malva, un semirrecogido y un sencillo ramo. La novia prefirió no vestir el color blanco que marca la tradición, pues también está divorciada y tiene dos hijas mayores de edad. Según ha publicado Vanitatis, algunas de las personas presentes han comentado que hubo momentos incómodos entre la pareja y la prensa, que intentaba rehuir las capturas de los fotógrafos. No obstante, conscientes de que era inevitable, finalmente entraron y salieron por la puerta principal siendo objetivo de los flashes.
Alonso Guerrero en la presentación de 'Un día sin comienzo'Al finalizar el acto, acudieron a un comedor de la localidad extremeña de Azuaga, de donde es natural la novia, y sirvieron de platos principales cordero lechal, dorada o rodaballo. Para terminar la comida, los novios escogieron una tarta de queso con almendras. Para culminar la jornada nupcial, el matrimonio se hospedó en el Hotel Espronceda.
Ahora Alonso Guerrero planea mudarse de Madrid a Badajoz y crear un hogar junto a su mujer, por lo que ya ha pedido el traslado del Ramiro de Maeztu de Madrid al instituto de María Dolores Corral. Un amor que comenzó en la infancia y que, tras separase sus caminos, se ha vuelto a consolidar.
