No es que los Reyes Felipe y Letizia se lleven mal con los nobles, pero la relación es distante, y de hecho Don Felipe ni ha entregado títulos nobiliarios desde su subida al trono, ni planea hacerlo. Ya cuando eran Príncipes de Asturias querían que hubiera cambios, que la Casa Real fuera más moderna, actual y cercana. Así lo confiesa una persona que trabajó para la Casa Real en los primeros años de matrimonio de los entonces Príncipes de Asturias: "Una de las cosas que siempre adjuraban es que éramos una pandilla de burócratas y funcionarios todos los que estábamos allí, que seguíamos las consignas que nos daba el Jefe de la Casa y no teníamos libertad. Se quejaban mucho de la burocracia de la Casa: 'Aquí hay que poner una instancia para conseguir un teléfono'. Ella quería organizar a los medios de comunicación y tenía la mala costumbre de hablar con sus amigos periodistas". No gustó demasiado que Doña Letizia quisiera renovaciones y que Don Felipe estuviera de acuerdo.
Una casa principesca para Felipe y Letizia
Y como pasa en la Familia Real Británica, hubo problemas de egos y de competencia. El éxito de los Príncipes de Asturias se veía como una competencia con los Reyes Juan Carlos y Sofía: "La Reina Sofía decía: 'Yo he ido a la ópera y no me han sacado. ¿Qué tengo que hacer para salir más?' Le decíamos que no se preocupara, que tenía los mejores datos de aceptación de la gente, pero ella veía cómo Letizia le hacía sombra. El asunto fue a más, pero en cuanto a las demandas de los herederos. Pidieron una casa principesca propia en lugar de una secretaria dependiente, querían más autonomía, poder e independencia, lo que fue frenado por el entonces Jefe de la Casa del Rey, Alberto Aza, que les dejó claro que la Casa Real era única y que además Don Juan Carlos recordaba con poco cariño aquellos años en los que Don Juan tenía su 'Casa' en Estoril, con "las intrigas y disfunciones que podían llegar a cometerse con dos jefaturas".
Pero los Príncipes de Asturias no cedieron del todo, empezaron a distanciarse de los Reyes Juan Carlos y Sofía e intentaron rodearse de gente más afín. El resultado fue que salieron de La Zarzuela el director de comunicación Juan González Cebrián, y su adjunto, Jordi Gutiérrez, que fueron recolocados. Pero llegó la abdicación y se cambió de jefe. Por fin Don Felipe y Doña Letizia podían hacer las cosas más a su manera, o al menos intentarlo. No extraña que Jordi Gutiérrez volviera y lo hiciera como director de comunicación.
¿Pero han conseguido Don Felipe y Doña Letizia modernizar la Monarquía? Según se mire. Están a años luz de otras Casas Reales, pero algún paso han dado. Uno de los defensores de una Monarquía tranquila con Felipe VI al frente es José Antonio Zarzalejos, periodista autor del libro 'Felipe VI. Un rey en la adversidad', que en su momento concedió una entrevista a Bekia, y que participó en el podcast: "El papel de Felipe quedará como un misterio. Es consciente de que él encarna la más absoluta y no carismática Jefatura del Estado. Es el rey de la normalidad, no es el motor del cambio. Nos daremos cuenta que el reinado de Felipe VI tiene más épica y más dificultad política que la que tuvo su padre", señaló Zarzalejos.