Galería: Juicio por el Caso Nóos
Desde que estalló el Caso Nóos en 2011, Casa Real estableció un cordón para proteger a la Monarquía del mayor escándalo en el que se ha visto implicada la primera Institución desde 1975. La imputación de la Infanta Cristina e Iñaki Urdangarín ha provocado una ruptura familiar, ya que los Reyes Felipe y Letizia no quieren saber nada de ellos para salvaguardar la imagen de la Monarquía.
Este lunes 11 de enero ha dado comienzo el esperado juicio por el Caso Nóos, en el que por primera vez en la Historia se han sentado en el banquillo de los acusados dos miembros de la realeza española, una por nacimiento y otro por matrimonio. Cuestiones procesales aparte, Antonio Rossi ha señalado en 'El Programa de Ana Rosa' que la Infanta Cristina quiso pasar por La Zarzuela antes del juicio, recibiendo una negativa por parte del Monarca.
Aunque su interés en hacer noche en la residencia de la Familia Real podría deberse a que desearía ver a sus padres antes de enfrentarse a la Justicia, lo cierto es que ni Juan Carlos de Borbón ni Doña Sofía estaban en La Zarzuela. El anterior Rey de España se encontraba de caza, mientras que la Reina Sofía se emplazaba en Luxemburgo, donde la realeza europea se reunió con motivo del 95 cumpleaños de Juan de Luxemburgo.
Al parecer, la idea de Cristina de Borbón era ir el sábado a La Zarzuela, dormir allí y marcharse el domingo, pero el Rey Felipe se negó a que su hermana pusiera un pie en su residencia, por lo que la que fuera Duquesa de Palma se quedó con las ganas de hablar con el Jefe del Estado.
Los motivos de Felipe VI para estar enfadado con su hermana son muchos. Uno de los últimos viene de la negativa de esta a pedir perdón por el daño que ha causado a la Monarquía. Convencida como está de que ni ella ni su marido han hecho nada malo, se ha negado a retractarse.