Tras su apariencia tranquila y feliz, Pieter van Vollenhoven tiene una historia detrás de mucho sufrimiento. El marido de la Princesa Margarita de Holanda tiene un gran dolor que le persiste desde hace 6 décadas. Tanto es así que ninguna solución le ayuda a encontrarse mejor y está pensando en amputarse una parte de su cuerpo.
Margarita de Holanda y Pieter van Vollenhoven en la boda de Jaime de Borbón-Parma y Viktória Cservenyák" Me rompí el tobillo en un accidente de esquí de 1964 y después de eso ya no me lo pudieron ajustar correctamente ", contaba el tío del Rey Guillermo Alejandro de Holanda a la revista Story. Si bien es cierto que ha pasado mucho tiempo desde lo ocurrido, Pieter van Vollenhoven ha visto un aumento de su dolor en los últimos años que hasta, según ha comentado él mismo, hace que le cueste caminar. " Soy un hombre activo y me encanta estar en movimiento. Esto ahora se está volviendo mucho más difícil para mí ", confesaba.
Sin embargo, ha llegado a un punto donde el dolor es tan insoportable que ha pensado en la amputación. " Quería que me amputaran la pierna, pero los médicos dijeron que ya era demasiado mayor para eso. Ya no hacen eso. Pero ese era mi deseo", dejaba claro. Por tanto, es una opción que queda descartada por mucho que el Príncipe neerlandés quiera.
Margarita de Holanda y Pieter van Vollenhoven saludando en el Palacio Real de ÁmsterdamNo obstante, él sigue teniendo la idea en mente, aunque los médicos le desaconsejen la amputación. "Cuando miro a los atletas discapacitados y veo su movilidad, pienso: ' Quítame la parte inferior de la pierna '. Pero los médicos me dijeron que sólo tendría dolores fantasma", lamentaba Pieter van Vollenhoven.
Ha tenido otros problemas de salud
Esta no es la única dolencia que ha tenido que sufrir. Entre 2001 y 2008, fue tratado tres veces por un cáncer de piel en la cara. De nuevo, en diciembre de 2014, le fue diagnosticado un tipo de cáncer de piel. De esta manera, el neerlandés lleva años enfrenta a un complicado estado de salud que, aún así, no le borra la sonrisa de la cara.
