La aristócrata habla de la familia, de su personalidad, sus gustos, sueños, deseos y preocupaciones.
Aquella niña y adolescente tímida se quedó en esa época. Victoria Federica creció, se convirtió en adulta y decidió que si era famosa desde su nacimiento, iba a aprovechar esa fama de una forma que le viniera bien. Dio un gran paso en 2019 cuando fue madrina de los Enganches en la Feria de Sevilla y desde entonces no ha parado. Abrió su cuenta de Instagram y se abrió ella misma, tanto en las redes sociales como en entrevistas. Dio una para Elle y ha dado otra para ¡Hola!, revista que publica un reportaje de la hija de la Infanta Elena y Jaime de Marichalar en la finca de Santi Serra en Llagostera, Girona.
Victoria de Marichalar no rechaza su segundo nombre, Federica, que sus padres le pusieron en recuerdo a la Reina Federica de Grecia, madre de la Reina Sofía y por tanto bisabuela de Victoria Federica, pero prefiere que le llamen Vic. Es alta, mide 1,82 cm, y delgada. Es alegre, dispuesta, enérgica, así como reservada y discreta cuando tiene que serlo. Dice ser tímida "más por un sentido más de protección que de timidez, pero, una vez que las relaciones crecen, la confianza hace que me quite miedos y pueda dar una versión sin filtros de mí misma".Sobre sus sueños y pasiones, tiene claro que es la moda: "Una de mis pasiones, no sé de qué modo, era aterrizar en el mundo de la moda. Ese era mi sueño desde pequeña". Lo curioso es lo que soñaba cuando era pequeña: "Reconozco que soñaba con ser militar algún día, creo que era debido a ir a muchos actos militares, que siempre me atraían desde que era pequeña". Finalmente lo de ser militar quedó a un lado y ha optado por el mundo de la moda: "He tenido siempre las referencias en mi familia, en especial de mi padre, y el privilegio de vivir la evolución de las tendencias desde cerca, asistiendo a varios desfiles. Todo eso ha hecho que sienta un interés permanente por todo lo que rodea a un sector que está en constante cambio", asegura en la entrevista.
Victoria Federica estudia Comunicación y Marketing y quiere tirar por lo relacionado con la moda. Pero no todo es el trabajo para ella. Victoria de Marichalar asegura que su aspiración es "poder tener un proyecto de vida donde pueda formar una familia mientras profesionalmente pueda dedicar mi tiempo a lo que me apasiona, ¡la moda!. No rehúye preguntas sobre si le gustaría casarse y ser madre, ante lo que señala que "es algo que, como mujer, es un sueño y un proyecto a futuroLa familia tiene mucha importancia para mí. Creo que es el núcleo sobre el que te desarrollas en el resto de facetas de la vida. Es como un punto de partida seguro desde el que iniciar tu propio camino".Gustos, virtudes, defectos y preocupaciones
Reconoce su amor por los caballos, un mundo en el que podía haber llegado lejos de haber querido: "La afición me viene de familia, ya que tanto mi madre como antes mi abuelo eran aficionados y muy buenos jinetes. De mi madre, que me inculcó esta afición, he aprendido y he heredado la pasión por los animales y el amor por la naturaleza en general". Ama la naturaleza y disfruta en el campo: "Se podría decir que aquí es donde me siento más yo misma. Cuando estoy en el campo siento mucha paz y tranquilidad. Siempre que puedo me encanta escaparme o pasar los fines de semana. Estar en el campo me evoca recuerdos superbonitos, como, por ejemplo, el juntarnos todos los primos y pasar ratos muy especiales y divertidos".
Victoria Federica tiene también preocupaciones: "Como joven, me preocupan los problemas que nos rodean e intento poner mi granito de arena en las causas. Por ejemplo, con la guerra de Ucrania. Gracias a mi amigo Tomás (Páramo), he podido acercarme a gente maravillosa que hace que, lejos de suponer un esfuerzo, ayudar sea una recompensa". Por otro lado, reconoce que seas quien seas, "para conseguir lo que quieres, siempre se necesita esfuerzo y hacer sacrificios". Es precisamente sacrificio lo que le han inculcado, además de "determinación y respeto hacia los demás".
Sobre virtudes, defectos y deseos más mundanos, Victoria de Marichalar asegura que "es muy difícil caer bien a todo el mundo, pero me gustaría que me conocieran como una buena persona, leal a mis amigos y entregada a mi familia. Creo que la determinación es mi mayor virtud... y defecto... Me gustaría ser más organizada y menos desordenada en mi día a día. Reconoce también que es leal, divertida y cariñosa, que sabe guardar secretos, que le gusta comer, pero que no se le da bien cocinar, que dibuja cuando se aburre, que se le dan bien los deportes, pero sobre todo el tenis, y que si pudiera pedir un deseo que durase una jornada sería "vivir por un día en una casa repleta de dulces y chucherías. ¡Me haría muy feliz!", manifiesta Victoria Federica.