Iñaki Urdangarin no solo ha encontrado en Hogar Don Orione un lugar en el que ayudar a los demás y poder salir de la cárcel durante unas horas y volver a sentirse útil, sino que ha conseguido allí un trabajo. Desde que dejó Telefónica cuando su situación se convirtió ya en insostenible no había vuelto a tener una ocupación remunerada, por lo que el gesto de este centro que presta apoyo a personas con diversidad funcional ha sido muy generoso.
El exjugador de balonmano experimenta cambios en 2021. Abandona el centro penitenciario de Brieva, al que ingresó el 18 de junio de 2018 para cumplir su condena. Aunque se le denegó el tercer grado, se flexibilizó su segundo grado y por ello se traslada al Centro de Inserción Social de Alcalá de Henares. Urdangarin afronta con ilusión este cambio, aunque también con nerviosismo.
Para conseguirlo, fue clave la oferta laboral de Hogar Don Orione, que de acuerdo con ABC, le llegó en noviembre de 2020. En cuanto al sueldo, se le abonan 800 euros distribuidos en 14 pagas. Su labor consiste en ejercer labores de acompañamiento físico y psicológico en este centro al que acuden personas con diversidad funcional, algo en lo que tiene experiencia debido a que ha ejercido como voluntario en este lugar de Pozuelo de Alarcón (Madrid) desde septiembre de 2019.
Su amigo blaugrana
En Hogar Don Orione se ha hecho un hueco. Es querido y está bien considerado. Se siente cerca de las personas que acuden y se implica con ellos, aunque de acuerdo con el citado medio está particularmente unido a un joven culé con el que se llevó muy bien desde que se conocieron.
Tanto cariño le cogió, que sabiendo que es fan del club blaugrana, Urdangarin pidió a alguien de su entorno que hablara con la Fundación Barça para que le hicieran llegar algún regalo para este joven. Gracias a la gestión logró que le mandaran una camiseta firmada, un balón y un banderín.