Tras la polémica generada por las confesiones de los Duques de Sussex en el documental 'Harry & Meghan: An African Journey' emitido por ITV, Meghan Markle ha reaparecido en un acto público en solitario. Uno de los últimos actos a los que acudirá antes de retirarse algunas semanas del foco público, hasta Navidad, cuando reaparecerán junto al resto de la Familia Real Británica en Sandringham.
La mujer del Príncipe Harry ha querido apoyar con su presencia la inauguración de la Cumbre Mundial One Young en el Royal Albert Hall de Londres. Un acto en el que en un primer momento no estaba anunciada su presencia, pero al que ha querido acudir en su condición de vicepresidenta de The Queen's Commonwealth Trust, que este año ha trabajado junto a One Young World.
Sacando del armario uno de los diseños que lució mientras estaba embarazada de Archie Harrison, la Duquesa de Sussex ha llegado al acto con una sonrisa algo tensa, a sabiendas de que todos los ojos iban a estar puestos en ella, como de costumbre, pero más todavía por las declaraciones ofrecidas en su documental.
La preocupación de la Familia Real por los Sussex
Unas declaraciones en las que, con los ojos llorosos, Meghan Markle confesó que se sentía muy presionada por los medios de comunicación, en los que lee todo tipo de comentarios sobre su maternidad y sobre su actitud, reprochando que nadie se ha preguntado o ha reflexionado sobre cómo se siente ella.
Unas palabras que, acompañadas por el apoyo del Príncipe Harry, que en ese mismo documental ha comentado que cada vez que ve un flash le entra verdadero pánico porque se acuerda de su madre Lady Di y quiere proteger a su mujer y su hijo de esa presión mediática, han causado gran preocupación en la Familia Real Británica.