Tras la ceremonia de bienvenida y un primer día de actos, la jornada se cerró con la tradicional cena de gala en el Palacio Real de Estocolmo, otra muestra de poderío royal tras lo que se vio en Bruselas con Matilde de Bélgica y María Teresa de Luxemburgo, y sobre todo con la Reina Letizia y las mujeres de la Familia Real Holandesa en el Palacio Real de Amsterdam.
Por su parte, la Princesa Victoria, acompañada de Daniel de Suecia, se vistió de blanco con un traje de Toteme y adornó su cabeza con la Tiara Boucheron de Laurel, una pieza que fue de Margarita de Connaught, primera esposa del Rey Gustavo VI Adolfo de Suecia, y que llevó durante muchos años la Princesa Lilian de Suecia, esposa del Príncipe Bertil. Asimismo, Cristina de Suecia regresó a la agenda oficial junto a su marido, Tord Magnuson, y abrió el joyero real para escoger la Tiara de Connaught de Diamantes.
Y luego estuvo Sofia de Suecia, que entró en la Familia Real Suecia por su matrimonio con el Príncipe Carlos Felipe. No es princesa sueca de sangre, ni tampoco la Princesa Heredera consorte, pero bien podría tomar prestada por una noche una de las fastuosas tiaras del joyero de la Casa Real Sueca. Sin embargo, no lo hizo para su boda, y lo hizo solo una vez cuando se colocó la Tiara de Amatistas para la cena de gala al Gobernador general de Canadá, David Lloyd Johnston, en 2017. Una excepción en casi una década como royal.
Topacio London Blue para adornar su tiara
Para esta cena de gala, la Duquesa de Värmland rescató de su vestidor un fabuloso traje azul navy de Oscar de la Renta que estrenó en los Nobel 2015. Y como suele hacer en las cenas de gala, adaptó la única tiara que usa, y que es de su propiedad, para que hiciera juego con su vestido.
Así, remató su tiara Palmette desmontable con piedras preciosas Topacio London Blue, tal y como confirmó UFO No More. Si bien con la luz parecían negras, lo cierto es que no, eran azules al igual que el vestido, lo que se reflejó bien en la fotografía publicada en los stories de Instagram de la cuenta Prinsparet, la que gestionan Carlos Felipe y Sofia de Suecia al margen del de la Casa Real Sueca. En la instantánea, la pareja es fotografiada de espaldas mirando por una ventana del Palacio Real de Estocolmo, y ahí se aprecia perfectamente que las piedras preciosas de la tiara son azules.
Con ocasión de su boda, celebrada el 13 de junio de 2015, los Reyes de Suecia regalaron a su nuera una pieza que Silvia de Suecia había recibido de la Familia Real de Tailandia. En origen era un collar, pero se envió de vuelta a Tailandia para que su diseñador la adaptara para convertirlo en una tiara que no tiene nombre y que se ha llamado Tiara Sofia, por ser ella su dueña, Tiara Palmette, por la forma de la joya, o la Tiara Nupcial de Sofia de Suecia al haber sido la que utilizó en su boda.
Desde entonces se la pone en todas las cenas de gala a las que acude. Ha llevado esmeraldas, diamantes o turquesas, entre otras piedras preciosa, en función del color de su vestido, creando así un sello de identidad que hace única a esta princesa que no lo tuvo fácil para ser aceptada, y que ha terminado siendo una joya para la Familia Real Sueca.