El bautizo de la Princesa Estela de Suecia en la capilla del Palacio Real reunió a centenares de invitados procedentes de las Casas Reales Europeas, miembros del Gobierno, del Parlamento y numerosas personalidades más que se vistieron de largo para el acto.
En Suecia, el bautizo de un miembro de su Familia Real se considera un acto de Estado y no un acontecimiento privado como ocurre en Casas Reales como la Española, por ello, los invitados deben ir acorde a ese planteamiento. Sin embargo, en esta ocasión se 'colaron' dos allegados a la Primera Familia Sueca que levantaron mucha expectación, Sofia Hellqvist y Chris O'Neill.
Sofia es la novia del Príncipe Carlos Felipe de Suecia, mientras que Chris O'Neill comparte su vida en Nueva York con la Princesa Magdalena. Ambos cuentan con una consideración diferente, pues mientras el estadounidense cuenta ya con el beneplácito de los Reyes, en el caso de Hellqvist las cosas han sido distintas.
Sofia Hellqvist busca la aprobación del pueblo sueco
Aunque ellos no aparecían en la lista oficial de invitados, un portavoz de la Casa Real confirmó la asistencia, pues sus nombres no salían entre los otros asistentes debido a que no tienen ningún rango oficial, pues no se han comprometido oficialmente con los hijos de los Reyes.
Este era el deseo de Sofia, pues la joven desea que el pueblo sueco perdone su pasad o y se acostumbre a verla con la Familia Real Sueca a la que desea pertenecer pero que no se lo pone fácil, pues su paso por programas de televisión, por clubs de striptease y sus posados ligera de ropa restan a su favor.
Finalmente la exmodelo y aspirante a consorte real llegó a la capilla real del brazo de Chris O'Neill, su acompañante en la ceremonia, y consiguió acaparar todas las miradas con un discreto vestido de tono similar al de la Princesa Victoria; repartió sonrisas por doquier quizás para congraciarse con un pueblo que todavía no ve del todo claro que sea ella la novia de la próxima boda real en Suecia.