La Princesa Leonor estaba nerviosa en su paso por Leganés y no era para menos. Su gran debut fue el día de su 13 cumpleaños, cuando leyó el Artículo I de la Constitución. Un año más tarde no solo asistió a los Premios Princesa de Asturias 2019, sino que pronunció su primer discurso. Estaría nerviosa, claramente, pero contaba con el respaldo y la compañía de los Reyes Felipe y Letizia y la Infanta Sofía. Ya en 2021, en concreto el 24 de marzo, realizó su primer acto oficial en solitario al participar en la celebración del XXX aniversario del Instituto Cervantes en su sede en Madrid. Allí incluso aprovechó para hacer preguntas en público. Estaría nerviosa, pero no demasiado.
Sin embargo, su segundo acto en solitario era para ponerse más nerviosa. No solo no contaba con la presencia de nadie de su familia, sino que iba a estar rodeada de otros muchos estudiantes, de chicos y chicas de su edad, lo que para una persona más o menos tímida puede resultar intimidante, al menos al principio. A esto se unía la expectación por ver a la Princesa Leonor, que llevaba seis días en España con motivo de sus vacaciones de primavera y que solo había aparecido en una visita al centro de refugiados ucranianos de Pozuelo de Alarcón con sus padres y su hermana, y a verla sin mascarilla.
Cierto es que en el posado navideño de 2021 se la había quitado, así como en sus discursos en los Princesa de Asturias 2021 y en el Pueblo Ejemplar, pero este acto suponía la primera vez sin mascarilla en mucho tiempo. Fue así la manera de ver cómo ha cambiado la Princesa de Asturias, cuyo rostro ha experimentado las variaciones propias de la edad. Aunque lo que más llamó la atención fue una sonrisa distinta al faltarle los dos colmillos, lo que parece que tiene que ver con un tratamiento odontológico para mejorar su sonrisa y su salud bucodental.
Y así, la Princesa Leonor apareció en el Instituto de Enseñanza Secundaria (IES), Julio Verne de Leganés, para asistir a la Jornada sobre Juventud y Ciberseguridad: 'Disfruta de Internet con Seguridad', organizada por el Instituto Nacional de Ciberseguridad (INCIBE). Lo hizo tan sonriente como nerviosa, tomó asiento en primera fila, entre dos chicas, e intentó tener un perfil bajo mientras los ponentes hacían preguntas. Era consciente de que todas las miradas se posaban en ella, que los flashes iban para ella y que su look y sus actos podían ser analizados.
Una despedida multitudinaria
Poco a poco se fue relajando y no dudó en charlar con las personas que tenía cerca. Tras una mesa redonda estuvo en un debate con 4 alumnos de 1º de Bachiller, 5 alumnos de Formación Profesional y 1 profesor. Más tarde, accedió al gimnasio con otros 500 alumnos, donde se presentaron las conclusiones de la jornada a cargo de la directora general del INCIBE. ¿Estaba intimidada la Princesa Leonor? Ya no tanto. Poco a poco se fue soltando, mostrándose más espontánea y habló con unos y con otros.
Además de eso, se hizo fotos y selfies con alumnos, con el que se lo pidió. Así lo contaron dos alumnos a Informalia, destacando que "muy educada y muy maja. Nos ha dicho que no tengamos nervios. Que es una más. Ella estaba también un poquito nerviosa porque había mucha gente mirándola". Y vaya si había gente. No hay más que ver la multitudinaria foto que se hizo antes de irse. Asimismo, la Princesa Leonor se llevó muchos aplausos, compartió confidencias y hasta se dio besos, al menos con Pilar Alegría, Ministra de Educación y Formación Profesional. Y terminó así este acto oficial de la Princesa Leonor.