El Príncipe Harry y Meghan Markle dieron la bienvenida a su segunda hija el 4 de junio de 2021. Lo anunciaron dos días más tarde mediante un comunicado publicado desde Archewell, su fundación benéfica, desde cuya web realizaron anuncios personales y profesionales. La nota emitida ofreció más detalles que cuando nació Archie, momento en el que los Duques de Sussex fueron mucho más escuetos con cuestiones como por ejemplo el lugar en el que había dado a luz Meghan Markle. No ha sido así esta vez.
"Con gran alegría anunciamos que el Príncipe Harry y Meghan, el Duque y la Duquesa de Sussex, han dado la bienvenida al mundo a su hija, Lilibet 'Lili' Diana Mountbatten-Windsor. Lili nació el viernes 4 de junio a las 11:40 horas bajo el cuidado de los médicos y el personal del Santa Barbara Cottage Hospital en Santa Barbara, California. Ha pesado 3,480 kilos. Tanto la madre como la niña están bien y se están instalando en casa. Lili lleva el nombre de su bisabuela, Su Majestad la Reina, cuyo apodo familiar es Lilibet. Su segundo nombre, Diana, fue elegido para honrar a su amada difunta abuela, la Princesa de Gales. Este es el segundo hijo de la pareja, que también tiene un hijo de dos años llamado Archie Harrison Mountbatten-Windsor".
De esta forma dieron a conocer los nombres de su hija a los dos días de su nacimiento, algo que por cierto también ocurrió con Archie, al que presentaron y del que dijeron sus nombres y ausencia de títulos cuando tenía dos días de vida. Lo diferente en esta ocasión es que el nacimiento de Archie Harrison se conoció a las horas de venir al mundo, mientras que pasaron más de 48 hasta que los Duques de Sussex comunicaron que eran padres por segunda vez. Semejanzas y diferencias aparte, con su hija Lili han querido realizar dos homenajes familiares.
El primero de ellos es para la Reina Isabel, bisabuela de la niña. Su nombre es Elizabeth, pero los Sussex han querido que su hija lleve el apodo con el que era conocida en familia la Reina Isabel desde su infancia. Así le llamaba cariñosamente el Duque de Edimburgo y así se refirieron los Reyes Felipe y Letizia cuando enviaron sus condolencias a la Monarca por la muerte del Príncipe Felipe, que tuvo lugar menos de dos meses antes del nacimiento de la segunda hija del Príncipe Harry y Meghan Markle. El origen del apodo no es obra del Duque de Edimburgo, sino que se remonta a la infancia de Isabel II. Durante su infancia, a la pequeña Princesa Isabel le costaba pronunciar Elizabeth, así que acababa diciendo Lilibet. A sus padres, Jorge VI e Isabel, y a sus abuelos, Jorge V y Mary, les hizo gracia, así que empezaron a llamar a la niña Lilibet, y así durante muchos años. De este modo, han rendido homenaje a la Reina, con la que el Príncipe Harry tiene una relación muy cálida y hacia la que Meghan Markle solo tiene buenas palabras. Además, han sido más originales que si hubieran optado por Elizabeth.
En cuanto al segundo nombre, Diana, poco más hay que decir a lo que han explicado los Duques de Sussex. Es un homenaje a Diana, Princesa de Gales, fallecida el 31 de agosto de 1997 a los 36 años y a la que tan presente tiene el Príncipe Harry. De hecho, el Duque de Sussex explicó en el documental 'The Me You Can't See' cómo su hijo Archie sabe ya quién era su abuela, y lamenta que ni Meghan Markle ni sus hijos hayan podido conocerla. Así, la hija de los Duques de Sussex se convierte en el segundo miembro de la Familia Real Británica de sangre que lleva el nombre de Diana después de su prima, la Princesa Carlota, a la que los Duques de Cambridge llamaron Charlotte Elizabeth Diana.
De todos modos, a pesar de ser llamada Lilibet Diana, los Duques de Sussex han querido que su segunda y última hija sea conocida como Lili. Por otro lado, su apellido es Mountbatten-Windsor, el compuesto que llevan los miembros de la Familia Real Británica que descienden de la Reina Isabel y el Duque de Edimburgo cuando deben usar uno. Fue uno de los triunfos del Príncipe Felipe, que a pesar de ser un Grecia, optó por el apellido de su madre, Mountbatten, anteriormente Battenberg, y quiso que fuera el de la dinastía. El rechazo frontal de la Reina Mary y Winston Churchill evitó que Windsor dejara de ser el apellido dinástico para pasar a ser Mountbatten, pero la Reina Isabel cedió en 1960 y permitió la creación del Mountbatten-Windsor que sin ir más lejos llevan los dos hijos de los Condes de Wessex, así como los vástagos de los Duques de Sussex.
Sin títulos para Lili
Que lleven un apellido, es decir, que se habla de Lilibet Diana Mountbatten-Windsor evidencia la ausencia de títulos. En el caso de Lili ocurre como con Archie, de hecho, no puede heredar las dignidades de su padre como sí pasa con su hermano mayor, por ser el primogénito y por ser varón. En su momento se comunicó que Archie no sería conocido como Conde de Dumbarton, título subsidiario al de Duque de Sussex que ostenta el Príncipe Harry por concesión real con motivo de su boda con Meghan Markle, pero puede usarlo. En el caso de Lili, podría ser Lady Lilibet Diana Mountbatten-Windsor como hija de un Duque, al igual que la hija mayor del Príncipe Eduardo, Conde de Wessex, es Lady Louise Mountbatten-Windsor.
Eso sí, legalmente Lady Louise y James Mountbatten-Windsor son Princesa y Príncipe de Wessex con tratamiento de Alteza Real, aunque no lo usan porque los Condes de Wessex anunciaron que sus vástagos serían tratados como hijos de un conde y no como hijos de un príncipe real y nietos de la Reina. En el caso de los Sussex hay un matiz distinto derivado de la longevidad de Isabel II. De acuerdo con la Carta Patente emitida por el Rey Jorge V en 1917, tendrán título de Príncipe o Princesa los vástagos del Rey o Reina, los hijos del Príncipe de Gales, los vástagos de los hijos varones del Monarca, así como el primogénito del primogénito del Príncipe Heredero. Para evitar que solo el hijo mayor del Príncipe Guillermo y Kate Middleton recibiera dignidad principesca, la Reina emitió otra Carta Patente para asegurar el rango regio a todos los Cambridge. No lo hizo para asegurar los títulos regalos de los Sussex.
Si bien en su momento se dijo que los hijos del Príncipe Harry y Meghan Markle no iban a tener dignidad principesca y que no lo deseaban ni ahora ni cuando Carlos sea Rey, momento en el que automáticamente serían Su Alteza Real el Príncipe Archie de Sussex y Su Alteza Real la Princesa Lilibet de Sussex, en la entrevista que el Príncipe Harry y Meghan Markle concedieron a Oprah Winfrey dieron otra versión. La Duquesa de Sussex reveló que cuando estaba embarazada se les dijo que su hijo no tendría título ni tampoco derecho a seguridad. Ellos, temerosos de la desprotección del bebé que esperaban, señalaron que si era necesario para que estuviera protegido, aceptarían darle a su hijo dignidad principesca. Finalmente no fue así, y no hay títulos para Archie, y tampoco para Lili. Cuando el Príncipe Carlos sea rey, teniendo en cuenta todo lo que ha pasado, tampoco serán príncipes. Lo que nadie le puede quitar es formar parte de la Familia Real Británica, que no de la Casa Real, y un lugar en la línea de sucesión. Al nacer, Archie era el séptimo, mientras que Lili es la octava.