El momento más emotivo se ha producido cuando la Compañía de Carabineros del Príncipe ha entonado el Himno Nacional de Mónaco. El Príncipe Alberto también lo ha cantado, así como sus hermanas, la Princesa de Hannover y la Princesa Estefanía. Quien se ha quedado callada e impertérrita ha sido la Princesa Charlene, que si ya tiene bastantes problemas para expresarse en francés, no se podía esperar que supiera el Himno Nacional, que se canta en monegasco. Sin embargo, aunque no dominara esta lengua, bien podría haberse aprendido el Himno Nacional en los años que lleva siendo Princesa de Mónaco.
Grandes presencias y ausencias
Los más esperados eran los recién casados Louis Ducruet y Marie Chevallier. La pareja, que contrajo matrimonio en julio de 2019, ha debutado como matrimonio en el Día Nacional de Mónaco. Esta ha sido la primera vez en la que Marie Chevallier ha podido estar con los Grimaldi en la Fiesta Nacional y no ha querido desaprovechar la ocasión.
Otros de los más esperados eran Carlota Casiraghi y Dimitri Rassam, casados desde junio de 2019. Sin embargo, la pareja ha preferido no exponerse públicamente ni ellos ni a los pequeños Raphaël y Balthazar, por lo que se han convertido en los grandes ausentes. Tampoco han estado las dos hijas de la Princesa Estefanía, Pauline Ducruet y Camille Gottlieb.
De camino a la Catedral de Mónaco, se ha producido un momento único. De sobra es conocido que las Princesas Carolina y Estefanía no son unas hermanas muy unidas y que ha sido Alberto II el que ha tenido que mediar entre ambas. Sus enfrentamientos parecen cosa del pasado, y si bien no son las mejores amigas del mundo, se han querido mostrar muy cómplices. Las hijas de Rainiero de Mónaco fueron captadas charlando con mucha química, lo que demuestra que cada vez se llevan mejor.
Complicidad se ha visto también entre Pierre Casiraghi, Beatrice Borromeo y Alexandra de Hannover de camino a la Catedral, como también se vio entre Louis Ducruet y sus primos Casiraghi cuando estaban sentados en misa. No hay duda de que los hijos de la Princesa de Hannover y de Estefanía de Mónaco se llevan bien.
Después llegó el momento de regresar al Palacio Grimaldi para el tradicional saludo a la ciudadanía. Fue entonces cuando aparecieron los Príncipes Jacques y Gabriella, que conquistaron a los presentes con sus saludos, sus sonrisas y su simpatía.