Hay una serie de tradiciones que se pararon en 2020 por la pandemia y que no pudieron recuperarse en 2021. Sin embargo, 2022 ha sido el año en el que buena parte de ellas se han retomado y se han vuelto a disfrutar con la misma alegría e ilusión que de costumbre, como el Picnic de Mónaco.
Esta tradición, llamada U Cavagnëtu, tuvo lugar el sábado 3 de septiembre de 2022 en el Parque Princesa Antoinette, y contó con la presencia de los Príncipes Alberto y Charlene, que acudieron acompañados de sus hijos, el Príncipe Jacques y la Princesa Gabriella, que apuraron así sus últimos días de vacaciones antes de la vuelta al cole.
Un poco tímidos
A pesar de que suelen ser abiertos y que están acostumbrados a los actos oficiales y a las apariciones públicas, en esta ocasión el Marqués de Baux y la Condesa de Carladès se mostraron un tanto más tímidos y sobre todo más serios, mientras que sus padres parecían encantados al haber podido retomar esta tradición.
El picnic anual comenzó como una iniciativa del ayuntamiento de Mónaco, lo que gustó tanto al Príncipe Rainiero que años después quiso darle mayor relevancia y celebrarlo en el antiguo estadio Louis II, si bien terminó instalándose en el parque que lleva el nombre de la hermana de Rainiero de Mónaco. A Alberto de Mónaco también le gusta esta ocasión para compartir un picnic con ciudadanos del país en un evento en el que se realizan bailes folclóricos monegascos que pudieron disfrutar los asistentes.
No parecieron disfrutar tanto los mellizos, al menos con las cámaras delante, de este acto informal, aunque sí se portaron muy bien y mostraron los nuevos looks obra de Gabriella de Mónaco, que cogió unas tijeras para cortarse el pelo a sí misma y a su hermano Jacques, una travesura que trajo de cabeza a la Princesa Charlene y por la que comentó, entre divertida y agotada, que estaba deseando que llegara la vuelta al cole.