Galería: Juicio por el Caso Nóos
El Caso Nóos ha sido un embrollo desde el minuto 1 por la presencia como imputados de la Infanta Cristina e Iñaki Urdangarín. Parecía que el culebrón judicial terminaría rápido con el juicio, que en junio quedó visto para sentencia. Sin embargo, la jueza Samantha Romero pidió a la Sala de Gobierno del Tribunal Superior de Justicia de Illes Balears de plazo hasta el 31 de marzo de 2017 para redactar la sentencia, un plazo de casi 4 meses que necesitaba al verse desbordada.
Ahora, El Mundo sorprende al informar de que la sentencia está en punto muerto debido a que hay discrepancias por su contenido y no ha convencido a la Audiencia de Palma. Se considera que la sentencia para Iñaki Urdangarín y Diego Torres sería "muy favorable y a la baja". Por ello, se está hablando de que se emita un voto particular, algo no quieren ni el tribunal que ha juzgado el Caso Nóos ni la Audiencia, que quiere que haya unanimidad.
Estos problemas fueron la causa de que la jueza Samantha Romero pidiera mayor plazo, buscando así un acuerdo que satisfaga a todos. Ha contado para redactar la sentencia con las magistradas que presidieron con ella el juicio por el Caso Nóos, Eleonor Moyá y Rocío Martín, siendo esta última la más disconforme con la sentencia planteada hasta este momento según las fuentes consultadas.
Así, hasta que no se solucione la discrepancia existente entre las juezas no podrá haber sentencia, teniendo en el horizonte eso sí el 31 de marzo como fecha límite. De ganar la tesis que defendería Rocío Martín, la pena para Urdangarín y su exsocio sería mayor de la que plantean las otras juezas. Queda todavía tiempo para que lleguen a un acuerdo.
Un proceso dilatado
Mientras, la Infanta Cristina e Iñaki Urdangarín se preparan para vivir la que no tendría por qué ser la última Navidad del exjugador de balonmano en libertad. Tras salir la sentencia cabe el recurso, que podría llegar hasta el Supremo, por lo que su ingreso en prisión podría demorarse todavía mucho tiempo.